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sábado, 7 de marzo de 2020

Catálogo 11-15

11. Misal. Un volumen en 4.° en pergamino, de 280 páginas. Es del siglo XII. De este Misal histórico hacen mención varios escritores. Martorel lo cita en su Historia de Tortosa. También se ocupan del mismo el P. Risco en su «España Sagrada» y el P. Villanueva en su «Viaje literario.» 
Describiendo Martorel este Misal dice: «Está con cubiertas de finísima plata, y en ellas un Cristo pintado con esmalte de finísimos colores, clavados los dos pies en la Cruz con dos clavos, señal evidente de grande antigüedad, y a la otra parte un Salvador, y al derredor de él muchas piedras finas.» Hasta aquí Martorel.
Dichas piedras actualmente no están en el Misal. Es de creer que se sacaron por temor de que fueran robadas en algún sitio o guerra, dándoles después otro destino, pues antiguamente había mucha afición de adornar con piedras finas los ornamentos sagrados.
Las figuras de las cubiertas a que alude Martorel son de estilo bizantino, y están sobre una plancha de metal dorado. En una cubierta hay un Crucifijo, que tiene esta inscripción con abreviaturas: Iesus Nazarenus Rex Iudoeorum; a un lado está la imagen de la Santísima Virgen, con esta inscripción: María; y al otro la imagen de San Juan, con esta inscripción. Ioannes. En los ángulos superiores hay dos figuras de ángeles. Al lado de uno de ellos se lee: Sol; y al del otro: Luna.
En la otra cubierta hay una imagen del Salvador, que tiene en las manos un libro donde se lee: Ego sum qui sum. A los lados del Salvador están las iniciales de las palabras griegas Alpha et Omega; y en los ángulos de esta cubierta hay las figuras alegóricas de los cuatro evangelistas.
Los extremos o bordes de las dos cubiertas están circuidos con una plancha de plata. En la de una cara se lee: Sum Deus, et vendor. Sum Rex, et in hac cruce pendor. Y en la plancha de la otra cara dice: Adstans altari, pia mens gaude lacrimari.
Esta última inscripción se halla mutilada; lo que no es de estrañar atendidas las muchas vicisitudes que ha pasado este Misal, y las distintas veces que ha estado escondido, tal vez fuera de la catedral, para poder salvarlo.
En las crónicas y notas antiguas de esta iglesia se designa este Misal con el nombre de Misal de San Rufo, únicamente porque en él se halla la oración propia de dicho Santo. Pero conviene advertir, y lo hace constar el P. Villanueva en el tomo V de su «Viaje literario», que al encuadernarse hubo el descuido de truncar algunos folios, resultando que la oración propia de San Rufo no está en el lugar que corresponde, sino en el folio 61. Y lo mismo sucede con el Cánon de la Misa, como está allí anotado.
Es de creer que el Misal que nos ocupa debía destinarse para los Pontificales de los Prelados, y por eso se adornó con tanto lujo. Hay en el texto viñetas de muy buen gusto, según el estilo de aquel tiempo. Antes del Cánon se ven reproducidas las dos figuras del Cristo y del Salvador que están en las cubiertas; pero las del Cánon son de un dibujo más perfecto.
A propósito de estas figuras, se comprende que en aquella época debían estar muy en uso, al menos en esta iglesia; pues según veremos al reseñar otros Misales, casi todos los de aquel tiempo las tienen, con la particularidad de que aunque sean de dibujos más vulgares, todas concuerdan en el fondo, o sea en el Salvador, en el Cristo, y en las alegorías que tienen a los lados.

12. LAS CARTAS DE SAN PABLO. Un volumen en folio grande, en pergamino, de 626 páginas. Es del siglo XIII. Contiene las cartas del Santo, y los comentarios de Rábano Mauro. Este sabio escritor, a quien ya hemos citado en el Códice de número 2, nació en Maguncia por los años de 776, y fue Arzobispo de dicha ciudad. Comentó la Sagrada Escritura, y por ello en algunos otros Códices que contienen libros de la Escritura, hacemos mención de sus comentarios. También escribió un Martirologio, Homilías, y Poesías religiosas, entre las cuales está el Himno Veni Creator Spiritus.
El Códice que nos ocupa como objeto de arte caligráfico es de los más notables del archivo. Está escrito en tres tipos o letras distintas. En medio, con caracteres muy grandes, se hallan las cartas de San Pablo; y a los lados circuyendo el texto, hay dos clases de comentarios; unos inmediatos al
texto, y otros más separados de letra muy diminuta y escrita con suma perfección.
Así en este Códice como en algunos otros de la misma época, se observa en el escrito una circunstancia que merece notarse. Las líneas de lápiz que suelen servir de pauta, no están al pie de las letras, sino entre una y otra línea o sea en el medio. No se sabe el motivo de colocarlas en esta
forma. De todos modos revela un gran pulso en el escribiente, el hacer las líneas con tanta rectitud, sin que las letras lleguen hasta el lápiz. Al principio y al fin de este Códice faltan algunas hojas destruidas sin duda por la acción del tiempo.

13. ORACIONES DE LAS MISAS DE TODO EL AÑO. Un volumen en folio en pergamino, de 286 páginas. Es del siglo XIII. También hay un Calendario. Ante todo está el rito referente a la celebración del Sacramento del matrimonio. Se dice allí en primer lugar, que los matrimonios deben celebrarse públicamente, y que está prohibido celebrarlos: Desde el Adviento hasta la octava de Reyes. Desde Septuagésima hasta después de la octava de Pentecostés. Pero esto fue modificado posteriormente por el Concilio de Trento.
En los antiguos Códices solía ponerse alguna nota referente a hechos históricos. En el que reseñamos al final del folio 4.° se lee lo siguiente, que traducimos del latín. «Año 1352. El día primero de Agosto fue consagrado el Altar (o Ara) de San Esteban, por D. Bernardo, Arzobispo de Galatea» Este altar ahora no existe, y debió ser substituido por otro.
Después del folio 72, antes de los Prefacios de la Misa, hay una figura del Cristo y otra del Salvador, semejantes a las del Códice n.° 11, aunque el dibujo es de menos mérito, y los colores ya están muy deteriorados.

14. CAPÍTULOS Y ORACIONES DE TODO EL AÑO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 368 púginas. Es del siglo XIV. Está escrito con caracteres muy grandes, pues se comprende que este libro servía para el Canónigo Semanero, y entonces los Maitines y Laudes eran por la noche. Llama la atención una oración propia, del rezo de Nuestra Señora de la Cinta, que está en una hoja de pergamino suelta, dentro de este Códice, al folio 173, escrita en letra que se conoce es de aquel mismo siglo. Esto manifiesta que ya se rezaba entonces dicha oración; lo cual confirma la tradición relativa a la aparición de la Santísima Virgen en esta catedral, y entrega de su Santa Cinta. Por ser un documento de mucho interés histórico lo copiamos literalmente. Dice así:

«Deus, qui Ecclesiam Dertusensem Beatissimae Virginis Maríae Visitatione et Cingulo decorasti; ejus nobis intercesione concede, ut cingulo fidei et puritatis accinti, a cunctis peccatorum nexibus eruamur . Per Dominum...»

En el Códice núm. 81 de que trataremos más adelante, y que también es del siglo XIV, se halla esta oración en el mismo Capitulario, sin estar añadida en hoja suelta.
Son de notar así mismo las oraciones de Santo Tomás de Aquino y de San Vicente Ferrer, que están al margen con diferente letra; y es porque cuando se escribió este Capitulario dichos Santos aún no habían sido canonizados.

15. DIÁLOGOS DE PEDRO ALFONSO, ex Iudeo Christianus.
Así consta en una nota antigua que hay al principio de este libro, lo cual indica que el autor era Judío antes de su conversión. Está en 4.° mayor prolongado, y tiene 232 páginas en papel cartulina. Es del siglo XIII. Hállase dividido en 12 títulos, que tratan de diversos puntos de la religión cristiana. Al principio el autor pone lo siguiente, que traducimos del latín: «La gracia del Espíritu Santo nos asista. Amen.» Y después añade: «En nombre de la Santísima y Divina Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, principia el proemio de Pedro Alfonso, de Judío Cristiano.» Al fin del libro repite esto mismo, e invoca otra vez la divina gracia.


domingo, 8 de marzo de 2020

83-93

83. DICCIONARIO DE NOMBRES DE LA SAGRADA ESCRITURA Y DE LA TEOLOGÍA. Un volumen en 4.° en pergamino, de 242 páginas. Es de últimos del siglo XII o de principios del XIII. No consta el autor. Aunque el contenido de este Códice está en forma de diccionario, no hay como en los otros Códices que hemos reseñado, letras iniciales que indiquen el orden alfabético; de modo que se ha de conocer por las mismas iniciales del texto, aunque están bien marcadas y todas son de color. 
Algunas hojas del principio y del fin se hallan muy deterioradas por la acción del tiempo, y apenas son legibles. Lo demás del Códice está bien conservado.

84. RITUAL DE VARIAS BENDICIONES, Y DE LOS SACRAMENTOS, ETC. Un volumen en folio, en pergamino, de 151 páginas. Según parece, este libro debía estar reservado para ciertos actos muy solemnes, pues se distingue por la magnificencia con que se halla escrito, en caracteres muy grandes, estando además adornadas las letras del principio de cada párrafo u oración.
Después de las fórmulas o preces para bendecir el agua los domingos y demás días que convenga, está la bendición de la pila bautismal, y la administración del Sacramento del Bautismo, del Matrimonio y de la Extrema-Unción; siendo muy de notar, que en aquel tiempo el bautismo aún se administraba en esta iglesia por inmersión.
Al final está el oficio de difuntos, y el Consueta o explicación de todo lo que debía practicarse en las exequias de los Sres. Capitulares.

85. LA REGLA DE SAN AGUSTÍN. Un volumen en folio en pergamino, de 472 páginas. Es del siglo XIV. Como los canónigos de esta catedral vivían antiguamente según la regla de San Agustín, este libro debía tener en aquel tiempo mucha importancia. También contiene la fórmula de la admisión y profesión de los canónigos, y la exposición de dicha Regla, por Lorenzo de San Rufo.
Después de esto se halla el Martirologio que se leía antiguamente en esta catedral, donde se ven muchas adiciones en el margen, que son de fecha posterior.
Por último hay el Necrológio de los Obispos y Canónigos de esta iglesia. Pero aunque se titula así, también están apuntadas las defunciones de algunos sacerdotes y otras personas bienhechoras de esta catedral, expresándose los aniversarios que debían celebrarse por sus almas.
Este repertorio no solamente ofrece mucha curiosidad, sino además es de grande valor histórico.

86. SAN AGUSTÍN Y RICARDO DE SAN VÍCTOR. Un volumen en 4.° mayor prolongado, en pergamino, de 512 páginas. Es del siglo XIII. Este Códice que fue foliado en época más reciente, contiene los siguientes tratados de San Agustín. Sobre la inmortalidad del alma, hasta el folio 5. De la fé, a Pedro Diácono, hasta el folio 17; después sigue la exposición del Símbolo. En el folio 18 comienza el Enchiridion hasta el folio 33. Del libre alvedrio, hasta el 59. Super Génesi ad litteram, los doce libros, hasta el folio 124. De spiritu et littera, hasta el 136. Contra los Pelagianos hasta el 153. De diversas cuestiones, hasta 178. De bono conjugali, hasta el 184. Y de nuptiis et concupiscentia, ad Valerium Cómitem.
Sigue luego el tratado de la Trinidad, de Ricardo de San Víctor, que comprende hasta el folio 229, donde principian los cuatro libros de San Agustín de Doctrina christiana, hasta el fin.
Se conoce que este Códice debió utilizarse hasta tiempo muy moderno, porque además de que la foliación está en números arábigos, contra la costumbre de las foliaciones antiguas que están en números romanos, hay algunas notas al margen de letra cursiva, que no releva (revela) más de un siglo y medio de antigüedad.
Las iniciales de cada uno de los tratados en que se divide este Códice están adornadas con muy buen gusto.
Antes de comenzar el texto hay una hoja escrita con caracteres modernos, dando noticias históricas y críticas sobre dichos libros.

87. SERMONES DEL PAPA INOCENCIO III. Un volumen en 4.° prolongado, en pergamino, de 140 páginas. Es del siglo XIII. Hay un prólogo con una hermosa inicial, que comienza así traduciéndolo del latín: «Inocencio Obispo, Siervo de los Siervos de Dios. Al amado hijo Amaldo, Abad Cisterciense, salud y Apostólica bendición.
Después del prólogo principian los sermones por las dominicas de Adviento. También hay algunos panegíricos de Santos y sermones de varias materias morales. Los asuntos están señalados con mucha claridad antes de cada sermón con letras encarnadas.
Al principio de este Códice hay dos hojas, que por la letra y por su contenido se comprende que debían ser de algún otro libro.


88. CUESTIONES DE FILOSOFÍA. Un volumen en 4.°, mayor, en pergamino, de 312 páginas. Es del siglo XIV. Este Códice no tiene división de materias, ni siquiera están señaladas las distinciones, como en los otros Códices, con números en el margen o con letras. Únicamente se conoce la separación del asunto, en que la letra inicial del párrafo es más grande y está adornada.
Hay foliación hasta la hoja 120, donde concluyen las cuestiones de Filosofía. Después sigue un diccionario muy extenso de los cuatro libros del Maestro de las Sentencias.
Por lo que se observa en este Códice y en otros, en aquel tiempo era algo frecuente escribir en un mismo libro obras de dos o más autores.

89. TRES CODLIBETOS DE FRAY HORVEO NATEL BRITON. Un volumen en 4,° prolongado, en pergamino, de 138 páginas. Es de principios del siglo XIV. En la parte superior de la primera página hay esta inscripción en castellano y en letra moderna: «Tres Codlibetos del Maestro Horveo, Inglés» Probablemente este último nombre indica la patria del autor. En las notas que hay al fin de cada codlibeto nada consta sobre esto, aunque se consignan algunos datos. Dice así una nota copiada del latín. «Concluye el primer codlibeto de Fray Horveo Natal Briton, de la orden de Frailes predicadores. Doctor en Teología» Deo gratias. En el segundo codlibeto se dice lo mismo. Después del tercero hay una especie (especio en el original) de índice de otra época y de diferente letra. Este Códice no está foliado; pero los codlibetos se señalan con números en la parte superior de cada página. En el margen hay algunas notas muy antiguas.

90. REGLA DE SAN AGUSTÍN. Un volumen en 4.°, mayor, en pergamino, de 282 páginas. Es del siglo XII. Este Códice es parecido al del n° 85, aunque es mucho más antiguo. Además de la Regla de San Agustín, también contiene la exposición de la misma por Lorenzo de San Rufo, y el Martirologio. Al fin de este hay una hoja de un antiguo Calendario; se conoce que las demás hojas fueron cortadas. Sigue después el Necrológio de los Obispos, Canónigos, y otras personas bienhechoras de esta iglesia.
Al principio, o sea en los folios 6 y 7, se halla un documento muy curioso bajo el punto de vista histórico. Es un escrito firmado y signado por el Obispo D. Ponce de Torrella, y por varios Canónigos y Dignidades de esta iglesia, el año 1225, estableciendo cuando vivían todos en comunidad, lo que debía darse en la mesa para comer según los diversos tiempos del año.
También hay una nota de letra muy antigua, en la parte superior de la página donde comienza el Martirologio, que dice así, traduciéndola del latín: «Libro de Santa María (aludiendo al título de esta catedral) Si alguno lo quitare, sea anatema.»

91. COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CINTA. Un cuaderno en papel, escrito en letra cursiva. Es del siglo XVII. No se sabe el motivo de haberse puesto este cuaderno junto con los Códices antiguos. Aunque forma un volumen, regular, sólo hay escritas doce hojas. Se comprende que tenía por objeto anotar todo lo referente a la Cofradía de la Santa Cinta, y a las funciones religiosas con que se honraba la Sagrada Reliquia.
Principia por un resumen de la Bula del Sumo Pontífice Paulo V concediendo varias indulgencias a los Cofrades; luego siguen por orden alfabético diferentes notas relativas a la fiesta de la Santa Cinta, gastos de la misma, etc.

92. CANTORAL PARA LA SEMANA SANTA Y OTRAS FESTIVIDADES. Un volumen en 4° en pergamino, de 194 páginas. Es de últimos del siglo XIII o de principios del XIV. Contiene las Letanías de los Santos, y la Misa para los tres días de las Rogativas que se celebran antes de la Ascensión. Dicha Misa está con notas de canto llano, así como algunos Evangelios y la mayor parte de lo que se canta en las funciones de Semana Santa. También contiene la fórmula antigua de admitir en la iglesia a los penitentes, o sea a los pecadores públicos después de haber cumplido la penitencia canónica que se les había impuesto. Y por último están las oraciones para la consagración de los Santos Óleos en el Jueves Santo.

93. Misal. Un volumen en 4° en pergamino, de 224 páginas. Es del siglo XII. Este Misal es muy parecido a los de los números 10, 11 y 56. Al principio hay dos hojas que debían pertenecer a otro libro. La oración de San Francisco de Asís está añadida en el margen, de letra distinta, posterior a la del Misal.
Según la costumbre de los Misales de aquel tiempo, este también tiene en los dos folios antes del Cánon, dos figuras, una que representa al Salvador, y otra que representa a Cristo. Dichas figuras son una verdadera especialidad en su clase por la rareza de los dibujos.

94-99

120-129


120. BREVIARIO SEGÚN EL USO DE LA IGLESIA DE TORTOSA. Un volumen en 4.° en pergamino, de 666 páginas. Es del siglo XIV. así este Breviario como el del número anterior, se conoce que estaban destinados por el uso diario de esta catedral, porque además de contener algunos rezos ú oficios propios de esta iglesia, se dice en los mismos el número de cantores que en el coro correspondían a cada festividad.
En el que nos ocupa, después del Calendario hay una especie de lista donde se expresan, como hemos dicho, las festividades en que debía haber seis, cuatro, y dos cantores. También está el oficio de la fiesta de San Rufo y el de la octava. Al final hay dos o tres hojas de letra más moderna, que contienen varias explicaciones y notas sobre la liturgia de esta iglesia.

121. LECCIONARIO CON LAS HOMILÍAS. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 419 páginas. Es del siglo XIV. También fue escrito este Códice para esta catedral, o sea para el coro; sirviéndose de él en las lecciones los canónigos y beneficiados a quienes correspondía por turno. Está incompleto, pues al principio y al fin le faltan muchas hojas. Por lo demás se halla en buen uso y se conoce que el trabajo de este libro se hizo con mucha perfección. Todas las iniciales de las lecciones están adornadas con dibujos de colores.

122. HONORIO AUGUSTODUNENSE. ELUCIDARIO. Un volumen en 4.° prolongado, en pergamino, de 164 páginas. Es del siglo XII. Al principio de la primera página hay una nota de letra más moderna que dice, Quoestiúnculae Theologicae. Después sigue este epígrafe: Capitula Lucidarii. Las cuestiones se dilucidan en forma de diálogo, figurando un discípulo que pregunta, y un maestro que contesta dando la explicación.
Al principio de cada uno de los libros en que se divide esta obra, hay un largo índice de todos los puntos que se han de explicar. Después en las últimas hojas, que son de otra época, hay los siguientes breves tratados. De la Iglesia. De los sagrados órdenes. Del Sumo Pontífice. De la dedicación de la iglesia. Del agua bendita. De las palmas y ramos, etc. El final del libro está muy deteriorado y faltan además algunas hojas.

123. EL EVANGELIO DE SAN JUAN. Un volumen en 4.° prolongado, en pergamino, de 204 páginas. Es del siglo XII. Tiene los comentarios de Rábano Mauro, como los otros Códices de la Sagrada Escritura de que hemos hecho mención; pero este es de época más antigua, y de ahí que sea completamente distinto, así en el tamaño como en lo demás del escrito, viñetas, etc.
En este Códice se nota la particularidad de que el texto apenas ocupa una quinta parte de cada página, a fin de dejar extenso margen para los comentarios. También hay bastante distancia de línea a línea para poner notas, viéndose allí muchas. Al principio de la primera plana se ve con letra más moderna la nota que hemos copiado de otros Códices: «Es de Santa María de Tortosa; si alguno lo quitare, sea anatema» . Y al final después del evangelio de San Juan, hay una página comentando las palabras de la profecía de Balaam, Orietur stella ex Iacob.

124. COMENTARIOS SOBRE EL MAESTRO DE LAS SENTENCIAS. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 242 páginas. Es del siglo XIII. No consta el hombre del autor. No hay separación ni epígrafes que indiquen los libros del Maestro de las Sentencias que se exponen en este Códice. Es de notar que los comentarios principian por el libro segundo, como lo indican las palabras de la primera página, que traducidas dicen: «Sobre el principio del segundo libro del Maestro de las Sentencias propongo una cuestión.»
En el folio 29 comienza el comentario al libro primero, según lo expresa una nota de letra muy pequeña y de época distinta que dice, Circa primum Sententiarum.
En los folios 87 y 88 hay un índice de las cuestiones.

125. HUGO DE-NOVOCASTRO. Un volumen en folio en pergamino, de 292 páginas. Es del siglo XIV. Principia este libro del siguiente modo: Incipit secundus lecturae, Fratris Hugonis de Novocastro, Ordinis Fratrum minorum, suppletus ab eodem. Tal es el título que tiene. Su contenido es una exposición o comentario del Maestro de las Sentencias. El autor, que era un teólogo inglés, (Nota: Novocastro : Newcastle : Castellnou etc...) vivió a principios del siglo XIV. Dividió el libro en distinciones, subdivididas en cuestiones, que se indican con números romanos en la parte superior de cada página. Pero al llegar a la distinción XXI se omitió el señalarlas. También se omitió desde esta distinción hasta el fin del Códice, poner las iniciales del principio de cada cuestión, que sin duda debían adornarse con dibujos como las demás, y no se hizo; notándose que falta una letra y hay un claro en el texto.
Al final está un índice muy completo de las cuestiones que se tratan en este libro. Después del índice hay una nota, que traducida del latín dice así refiriéndose al libro: «El que me escribía, el nombre de Nicolás tenía.»

126. FORMULARIOS PARA TODA CLASE DE INSTRUMENTOS. Un volumen en folio en pergamino, de 114 páginas. Es del siglo, XV. Este Códice ofrece especial curiosidad por la multitud de formularios que contiene, redactados con mucha extensión y según derecho. No está completo. Al principio le faltan algunas hojas, pues comienza el primer folio por el instrumento de número XIV.
Aunque no hay foliación, todos los instrumentos están numerados por su orden en el margen. Además, al principio de cada instrumento hay un breve título o epígrafe con letras encarnadas. Todos los instrumentos o formularios de este Códice ascienden a 337, y aún faltan algunas hojas al fin. De un mismo asunto hay varios formularios según las diversas combinaciones y casos que pueden ofrecerse.

127. COMENTARIOS A LOS LIBROS DE LAS DECRETALES. Un tomo en folio, en cartulina, de 238 páginas. Es del siglo XV. Este Códice se puede dividir en dos partes; hasta la mitad del libro donde hay algunas hojas en blanco, y desde allí hasta el fin. La primera parte comienza por los comentarios del segundo libro de las Decretales, que tratan de los juicios o procedimientos; no hay allí división ni señal alguna de títulos ni capítulos. En la segunda parte están los comentarios a los libros tercero y cuarto; y aunque tampoco hay separación de títulos ni capítulos, cada caso que se resuelve está señalado con letras más grandes.
También se observa lo que ya hemos dicho de otros Códices; que la inicial quedó sin adornar, viéndose un claro o blanco en el texto.

128. LOS CUATRO EVANGELIOS. Un tomo en 4.° en pergamino, de 394 páginas. Es del siglo XII. Al principio de cada evangelio hay un índice y un prólogo. En el evangelio de San Lucas el prólogo está sin concluir, pues sólo tiene algunas líneas escritas, y siguen dos páginas en blanco donde parece que debía concluirse.
Las primeras palabras de los evangelios son de letras de muy buen gusto, y según el estilo de aquel siglo; siendo lástima que las principales que sin duda hubieran sido muy notables, quedasen por hacer, viéndose los claros donde debían estar. También son de colores las iniciales de todos los capítulos y párrafos. Este Códice a pesar de su mucha antigüedad se halla perfectamente conservado.
Según se ve en el ultimo folio, después de los cuatro Evangelios debían seguir en este Códice los Evangelios y Capítulos para todo el año; pero probablemente se continuaron en otro Códice.

129. SUMA O COMPENDIO DEL CÓDIGO DE JUSTINIANO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 234 páginas. Al principio tiene un índice de los nueve libros en que se halla dividida esta obra; pero le falta algún folio, pues comienza por el índice del libro cuarto. Antes del primer capítulo, que se titula de Sacrosanctis Ecclesiis, hay un breve prólogo que comienza así, traducido del latín: «En nombre de Dios Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, principia la suma de todos los libros de leyes promulgada por los jurisconsultos.» Siguen luego por su orden los libros, que están indicados en la parte superior de cada folio. Los capítulos se indican en el margen con números romanos; y los epígrafes de cada asunto o cuestión están como es costumbre en estos Códices, con letras encarnadas a continuación del texto. Las iniciales de los capítulos son todas de colores, y las del primer nombre de cada libro están adornadas con dibujos.
Este Códice además del mérito de su antigüedad, tiene la especialidad de ser muy raro en las bibliotecas de Europa. Lo prueba, que al poco tiempo de haber publicado los señores Denifle y Chatelain el Inventario de los Códices de esta catedral, en la Revista que ya hemos dicho impresa en París, titulada Revue des Bibliothéques, un publicista de aquella ciudad nos escribió pidiendo copia de algunos capítulos de este Códice, para completar y ampliar según dijo, una obra de derecho regional que había publicado en Francia hacía pocos años.

viernes, 6 de marzo de 2020

Los historiadores de Tortosa con respecto a los Códices

IV. 

Los historiadores de Tortosa con respecto a los Códices. - Vicisitudes que estos han pasado.

Hemos dicho que en los tiempos que nos han precedido, hubo épocas en que no ofrecieron de mucho el interés que ahora ofrecen los antiguos Códices. Y no sólo con respecto a las personas de instrucción escasa, sino aún refiriéndonos a escritores distinguidos, algunos muy hábiles por cierto en materias de historia y de arqueología.

Comenzando por Despuig que es el historiador más antiguo de Tortosa, obsérvase, como a buen hijo de esta ciudad, el entusiasmo con que describe en sus «Coloquios sobre Tortosa» escritos el año 1557, todo cuanto enaltece a su patria, fijándose muy principalmente en la catedral, cuya historia resume, explicando todo lo que contiene de notable; pero nada absolutamente dice de los Códices. Lo mismo sucede con Martorel, hijo también de esta ciudad; y eso que en su historia de Tortosa publicada el año 1626, trata muy extensamente de toda la parte religiosa, ocupándose mucho en la catedral.

D. Antonio Cortés Canónigo de la misma, en los fragmentos de la Historia de Tortosa, que envió manuscritos a la Real Academia de la Historia el año 1747, manifestó ser un arqueólogo distinguido, por el modo tan erudito con que descifra y explica las inscripciones de las lápidas y monedas referentes a la historia de esta ciudad; y nada dice tampoco de los Códices de la catedral, aún cuando como Capitular tenía fácil ocasión de examinarlos.

Pero todavía es más digno de notarse, que dén tan pocas noticias los insignes escritores P. Florez y P. Risco en su «España Sagrada»; y aunque el P. Villanueva en el tomo V de su «Viaje literario a las iglesias de España» hace mención de algunos Códices de esta iglesia, son en número muy escaso los que cita, a pesar de que dice haber registrado el archivo, para buscar datos referentes a la cuestión de si San Rufo fue el primer Obispo de Tortosa.

Además tanto el P. Villanueva como el P. Florez y el P. Risco, estuvieron mucho tiempo en esta ciudad, dedicados exclusivamente a examinar el archivo capitular, donde hallaron documentos muy interesantes para la historia, que copiaron en sus obras, y forman hoy día un verdadero repertorio histórico.

Es de creer, pues, que en tantas investigaciones como practicaron en el archivo y demás dependencias de la catedral, les vendrían muchas veces los Códices a las manos; y también es probable que algunos fueron objeto de su estudio, para indagar noticias relativas al fin que se proponían en su excursión literaria. Ello no obstante, es muy poco lo que se ocupan en este asunto. 


Esta actitud de los historiadores, y el estar los Códices confundidos algunos siglos en la gran multitud de libros manuscritos y otros documentos del archivo, ha podido contribuir a que sin culpa de nadie, se hayan perdido muchos de ellos, especialmente teniendo en cuenta que después del
inventario practicado a mediados del siglo XV, no se sabe que se hiciese otro. Por otra parte, en los diversos cambios que han sufrido todas las dependencias de la catedral en el trascurso de los siglos, los Códices debieron trasladarse varias veces de un sitio a otro, y esto ofrece siempre peligros de extravío.

Consta también en las actas del archivo capitular, que en la dominación de las tropas francesas que hemos mencionado;, y que duró desde el año 1811 al 1814, la autoridad militar con cualquier pretexto disponía que fuesen ocupadas las oficinas de la catedral. Así es que el lugar donde estaba la Secretaría capitular, se destinó algún tiempo por los franceses para hacer allí cartuchos de guerra.
Con esto puede calcularse lo fácil que era entonces apoderarse de cualquier libro o Códice, no precisamente como un objeto de robo, sino tan sólo por el deseo de destruir, según sucede en casos semejantes, sobre todo cuando nadie se atreve a impedirlo.

Tales accidentes y otros que habrán ocurrido, explican la causa de haber tantos Códices mutilados, en los cuales faltan alguna o algunas hojas. También ha podido influir la acción del tiempo, y la especial forma de las encuadernaciones de estos libros, pues casi todas eran de madera; de ahí que al trasladarse de un sitio a otro, especialmente si era de gran peso el Códice, se desencajasen del mismo algunas hojas.

Hace pocos años fueron encuadernados de nuevo estos Códices, con lo cual se ha asegurado para largo tiempo su conservación.

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domingo, 8 de marzo de 2020

111-119

111. BREVIARIO SEGÚN EL USO DE LA CATEDRAL DE TORTOSA. Un volumen en 8.° en pergamino, de 1,036 páginas. Es del siglo XIV. Al principio tiene un Calendario muy completo. El día primero de Agosto está la fiesta del Santo Ángel Custodio, patrón de Tortosa; y en el lugar correspondiente se halla el rezo propio, que después se insertó en el Breviario para uso de esta catedral, impreso en Liòn el año 1547. También se ve en el Calendario la fiesta de la Expectación del parto de Nuestra Señora, el día 18 de Diciembre
Luego sigue el Salterio con los Himnos, según el orden de los Breviarios actuales; pero no están numerados los Salmos, ni hay foliación ni índice; únicamente se indican los rezos ú oficios con una breve nota de letra encarnada. Las lecciones de los nocturnos de este Breviario son mucho más breves. Es digno de notarse, que en los rezos de los Santos todas las lecciones son históricas, como las del segundo nocturno de los rezos actuales, aunque también son más breves. En el tercer nocturno está la Homilía, como en los rezos de ahora.
Este Breviario es de los más completos que se conservan entre` los los (todos los) Códices del archivo.

112. RITOS PARA LA ADMISIÓN Y RECONCILIACIÓN DE LOS PENITENTES PÚBLICOS. Un volúmen en 8.° en pergamino, de 384 páginas. Es del siglo XIV. Este curioso libro, que es el único en su clase que ha quedado de aquella época, explica con todos los pormenores las ceremonias que se practicaban en la catedral de Tortosa, para la admisión y reconciliación de los penitentes, a quienes según la antigua disciplina canónica se imponían penitencias públicas cuando los pecados eran públicos.
Después de haber puesto el señor Obispo a los penitentes en el primer día de cuaresma el vestido propio de penitentes y la ceniza; habiendo practicado estos durante la cuaresma ciertos rezos y actos de devoción en el claustro; dice este libro, que el día del Jueves Santo se verificaba la reconciliación con grande solemnidad. Antes de la Misa el Prelado, el Cabildo y el Clero, se dirigían en procesión a la puerta de la catedral donde estaban los penitentes. Al lado de los mismos se hallaba el párroco ú otro sacerdote, que informaba al Prelado sobre si habían cumplido la penitencia que les fue impuesta.
Se rezaban allí algunas preces; el Prelado les hacia una exhortación; y regresando la procesión al interior de la iglesia, iban con ella los penitentes hasta el presbiterio, donde se postraban para dar gracias a Dios.
Al final de este Códice hay una hoja que al parecer no corresponde al mismo. En ella se hace alusión a un rezo o responso por los difuntos; y con este motivo se menciona el histórico cementerio de San Juan, que estaba en las afueras del Temple de esta ciudad, llamadas también por esto afueras de San Juan.

113. SAN AGUSTÍN. DIÁLOGO SOBRE SETENTA Y UNA CUESTIONES. Un volumen en 4° menor, en pergamino, de 72 páginas. Es de últimos del siglo XI, o de principios del XII. En el folio primero hay algunas observaciones o prólogo de época más reciente, no constando quién es el autor. Después sigue un índice de las setenta y una cuestiones; y a continuación se exponen estas en forma de preguntas y respuestas. Se supone que pregunta Orosio y que le responde San Agustín.
Al final hay tres folios añadidos; se comprende que faltaban, y fueron hechos en época posterior. En el margen de algunas páginas se ven dibujos que aunque sencillos ofrecen algo de original.

114. CUESTIONES LOGICALES. Un tomo en 4 ° en cartulina, de 306 páginas. Es del siglo XIV. No consta el autor. Siguen a dicho tratado las cuestiones sobre los supuestos de Mercilio de Inghen. Después están las cuestiones sobre las consecuencias, compiladas en París por el Maestro 
Jaime de Iman, Regente en la Facultad de artes. Y por último las obligaciones, escritas en París por el Maestro Wilhelmo Buzer, el año 1360; y otras cuestiones cuyo autor no consta.
Al final de las cuestiones de Mercilio hay una nota que traducida dice: «Estos supuestos son de Nicolás Surrana, estudiante de Metafísica, año del Señor 1,405».


115. BREVIARIO SEGÚN EL USO DE LA IGLESIA DE TORTOSA. Un volumen en 4.° en cartulina, de 648 páginas. Es de últimos del siglo XIV. Al principio tiene un Calendario; después hay dos Tablas en las que se expresan las fiestas movibles, en igual forma que se usa en los Breviarios actuales. A continuación de dichas Tablas se ven unos círculos, que ni parecer sirven para conocer la Letra dominical y el Áureo número que corresponde a cada año.

116. BREVIARIO SEGÚN EL USO DE LA IGLESIA DE TORTOSA. Un volumen en 4.° en cartulina, de 274 páginas. Es del siglo XIV. Le falta el Calendario que suelen tener todos los Breviarios. También le faltan algunas hojas al principio y al fin. Llama la atención en este Códice que está muy deteriorado, la diversidad de letras con que fue escrito, deduciéndose que fueron varios los que trabajaron en él, lo cual no solía suceder en los antiguos Códices.
A cosa de la mitad del libro hay una hoja añadida, y más moderna, que contiene las absoluciones y bendiciones de los tres Nocturnos, que ahora están al principio en todos los Breviarios. Un poco más adelante se hallan las letanías. Algunas hojas después, a diferencia de los actuales Breviarios en que cada rezo está todo unido, se hallan los capítulos y oraciones de los Santos, separadas del lugar donde están las lecciones de los Nocturnos.

117. GRAN LIBRO SOBRE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA. Un volumen en 4.° en pergamino, de 687 páginas. Es del siglo XIV. Este curioso Códice, cuyo autor no consta, contiene ciento cincuenta capítulos, exponiendo igual número de calificativos o atributos que se aplican a la Madre de Dios. Al principio hay tres hojas de letra muy diminuta, y al parecer de distinta época, que no pertenecen a este Códice. Siguen luego los capítulos por su orden. Antes del primer capítulo hay como un prólogo, que traducido dice así: «AURORA. Con esto se manifiesta la nobleza de María, su humildad, hermosura, autoridad, bondad, y dignidad.»
No hay división en los capítulos, ni estos están señalados al margen ni en la parte superior de las páginas; únicamente se indican en el texto con pequeños números romanos de letra encarnada. Al final hay un índice muy completo. He aquí los títulos de los capítulos. Maria est: Lux. Coelum coelorum. Coelum empireum. Coelum cristalinum. Firmamentum coeli. Sol. Luna. Stella matutina. Maris stella. Stella. Sidus. Dies. Meridies. Aurora. Arcus. Nubes. Nébula. Nix. Ros. et-cétera (en dos líneas).
Todas las iniciales de los capítulos y párrafos están adornadas con dibujos de colores.

118. JUAN ESCATO. (Escoto) Libro sobre el Maestro de las Sentencias. Un volumen en 4.° de 304 páginas, escrito parte en pergamino y parte en cartulina.
Es del siglo XIV. En la primera hoja hay una inscripción de letra más moderna que la del Códice, que dice: Theologia Doctoris Subtilis. Sigue un folio que no pertenece a este Códice, y luego el prólogo del autor cuyas primeras palabras traducidas dicen: «Si al hombre en el estado actual le es necesaria alguna especial doctrina sobrenaturalmente.»
No hay índice ni indicación de las materias con epígrafes o números, pues todo está seguido. El final no está completo; se ven allí una o dos hojas que al parecer no corresponden a este Códice.

119. BREVIARIO SEGÚN EL USO DE LA IGLESIA DE TORTOSA. Un volumen en 4.° en cartulina de 658 páginas. Es del siglo XIV. En este Breviario el Calendario se halla en el folio 140. En el folio 125 y siguientes hay algunas notas, de diferente letra, relativas a ciertas misas que se celebraban en esta catedral. Después del Calendario, en los folios 146 y 149 hay algunas Tablas de las fiestas, y varios datos relativos a la liturgia de esta iglesia.
Merece además notarse que en este Breviario está el rezo de San Rufo y el de su octava. Ya se tenía en los tiempos pasados como un dato importante, pues se consignó en una nota que se ve al principio de este Breviario, que dice: En el fòlio 296 de aquest Breviari está lo offici ab octava de Sant Rupho.

120-129

56-60


56. Misal. Un volumen en 4.° mayor en pergamino, de 294 páginas. Es de últimos del siglo XII. Le precede un Calendario, en el cual es de notar que estando la fiesta de la Resurrección del Señor el día 28 de Marzo, y la de la Ascensión el 5 de Mayo, la fiesta de Pentecostés está en el 8 de Mayo. También se ve allí la fiesta de San Rufo Obispo, el día 14 de Noviembre; y la de la octava de este Santo el 21 de dicho mes; lo cual prueba la grande solemnidad con que esta fiesta se celebraba entonces en esta catedral. Se halla así mismo la fiesta de la Purísima Concepción, el día 8 de Diciembre.
Además hay notas muy curiosas. Entre ellas una el día 4 de Febrero, que traducida dice: «Hoy comienzan a cantar las aves». Y otra el día 24 de Abril que dice: «La salida de Noé del arca».
Este Misal está foliado, aunque esto se hizo en época muy posterior. Después del folio 65 hay dos figuras del Salvador y de Cristo, parecidas a las del Códice número 11; si bien los dibujos son muy inferiores y los colores sumamente extraños. Luego sigue el Prefacio de la Misa; la inicial ostenta una viñeta de bastante novedad. También hay otra al comenzar el Cánon; en esta los dibujos y los colores son de más gusto.
En el folio 64 se ven algunas notas de música referentes a la Misa de la «Concepción de Santa María.» Así se designa en este Misal dicha festividad. Las oraciones de esta Misa y de algunas otras son distintas de las que se usan actualmente, o sea desde que se mandó adoptar para todas las diócesis el Misal y Breviario Romanos.
Al principio de este Misal, y antes del Calendario, hay una nota de distinta letra que dice: Fó estimat LXXXII sous, aludiendo al precio en que fue valorado.

57. Guido de Baysio. Comentarios al Decreto de Graciano. Un volumen en folio grande en pergamino, de 772 páginas. Es del siglo XIV. El autor lo titula de este modo: Incipit Rosarium Domini Guidonis de Baysio, Archidiaconi Bononiensis, super Decreto. Desde luego se comprende que la palabra Rosarium la pone aquí el autor en sentido metafórico. / Rosarium - Glosarium - Ver 60: DECRETALES DE GREGORIO IX, CON GLOSAS O COMENTARIOS. /
Al lado de este epígrafe, o sea en la primera página, hay una hermosa viñeta que representa al autor, vestido de Arcediano, dando explicaciones en la cátedra a sus discípulos; teniendo sobre un atril el libro cuya doctrina expone; alegoría que está perfectamente significada. Después sigue el prólogo, dirigido al Reverendo en Cristo Padre, su Señor D. Gerardo, por la gracia de Dios Obispo Sabinense.
Este libro, como el Decreto de Graciano, está dividido en tres partes. En la primera se anotan en el margen las Distinciones. Las Causas que componen la segunda parte del Decreto de Graciano también están señaladas en todas las páginas. Y lo mismo la tercera parte de Consecratione.
Los principios de los párrafos y capítulos, que son muchos, están con iniciales de colores. En la segunda parte hay hermosas viñetas al principio de las Causas.

5S. GUILLERMO DURANTE. RACIONAL O EXPLICACIÓN DE LOS DIVINOS OFICIOS.
Un volumen en folio en pergamino, de 364 páginas. Es de últimos del siglo XIII, o de principios del XIV. Hállase dividido en ocho partes. Le precede un índice muy extenso en el que se indica el folio donde está cada asunto.
Contiene este Códice un tratado magistral de sagrada liturgia, hallándose divididas con mucha claridad todas las materias. Fue escrito con gran lujo; lo que prueba la suma importancia que desde los tiempos más remotos se ha dado en esta catedral a todo cuanto se refiere a la celebración de los divinos oficios. Tan buen gusto hubo en la confección de este libro, que no solamente están adornadas de un modo muy distinguido las iniciales de todos los capítulos, sino que además muchas columnas ostentan variadas orlas de colores. Al principio está la figura de un Prelado vestido de Pontifical, aludiendo sin duda a la materia de liturgia de que se trata en este Códice.

59. JUAN ANDRÉS. Comentarios a los libros de las Decretales. Un volumen en folio grande, en pergamino, de 570 páginas. Es del siglo XIV. Este Códice además de no tener foliación, carece de signos que indiquen los capítulos o títulos en que se hallan divididas las materias. De modo que su estudio debía ser sumamente laborioso, pues tampoco hay índice.
Al principio de la primera página se ve una hermosa viñeta, que representa a un sacerdote celebrando misa; siendo de notar la especial forma de la casulla que se parece a un manto. Hay en este Códice gran profusión de letras iniciales con dibujos, distinguiéndose los colores muy vivos, con planchas de oro que todavía conservan el mayor brillo.
Antes del último folio hay una hoja añadida o sobrepuesta de letra diferente. Y al fin de todo una nota que dice así: Explicit Novella Joh. Andreae super quinque libros Decretalium. Deo gratias. Amen.

60. DECRETALES DE GREGORIO IX, CON GLOSAS O COMENTARIOS.
Un volumen en folio grande, en pergamino, de 566 páginas. Es del siglo XIII. Al principio, como en todas las colecciones de Decretales de dicho Papa, está la Bula que dirigió a los Doctores y escolares de la Universidad de Bolonia. Antes de la palabra Gregorius con que se encabeza dicha Bula, se ve un gran blanco, destinado al parecer para formar allí una viñeta de adorno, lo cual no llegó a verificarse.
Este Códice también es de los más notables del archivo, no sólo por sus grandes dimensiones y por el trabajo que debió emplearse al escribirlo, sino por la multitud de notas de varias letras y de diferentes épocas; lo que manifiesta el grande uso que se hizo del mismo.
Aunque no está foliado ni hay índice, en cada hoja se señalan con bastante claridad los cinco libros en que hallan divididas las Decretales. Los títulos están señalados en el texto con letras encarnadas. Todas las Decretales de este voluminoso Códice tienen las iniciales adornadas con dibujos de colores. En el principio de cada libro también se ve un blanco para una viñeta, que no llegó a hacerse.
Después del último título del libro V siguen tres folios de la misma letra, en los cuales se ven dos grandes blancos, donde según parece debían ponerse, los árboles de los parentescos de consanguinidad y de afinidad a que se refiere el texto.

61-71

41-45


41. MISAL CON VARIAS BENDICIONES. Un volumen en 4.° en pergamino, de 260 páginas. Es de principios del siglo XII. En la primera hoja hay dos curiosas notas escritas en letra muy pequeña y muy antigua. La una dice, con abreviaturas: Iste liber est Beatae Mariae Dertusensis. Y la otra que está en antiguo catalán, dice: Fó estimat XXXIII sous, refiriéndose al precio del libro. Después en la hoja siguiente hay una nota también muy antigua, que dice: Istud Missale est Beatae Mariae Dertusensis. Lo cual indica que con dichas palabras se designaba antiguamente la catedral de Tortosa, por estar dedicada a Santa María.
Contiene este Misal muchas oraciones y ritos que actualmente no están en uso, pero que son de un gran valor histórico. Al principio del mismo está la antigua fórmula de bendecir la ceniza, y de imponerla sobre los pecadores públicos, a fin de prepararles para hacer la penitencia que determinaban los antiguos cánones, y después ser reconciliados con las formalidades que se hallan en otro Códice, según veremos.
En el folio 45 comienzan los Prefacios de la Misa; allí hay una hermosa viñeta. En el folio 50 principia el Cánon; y en la página anterior hay unas preces en versos latinos, que son de mucho ingenio. Los señores Denifle y Chatelain dicen, que parte de estos versos fueron publicados entre las obras de Hildeberto, obispo Cenomanense, aunque se duda si pertenecen a este escritor.
También es de notar una figura del Salvador muy parecida a la del Códice n.° 11, aunque el dibujo es más vulgar así como los colores.
Siguen las palabras Te igitur adornadas con una grande viñeta de buen gusto. Las oraciones de las Misas de los Santos comienzan en el folio 64, viéndose allí una preciosa letra inicial estilo del siglo XII.
En la penúltima hoja hay algunas preces a la Santísima Virgen puestas en notas de música. También son muy curiosas las notas que se ven entre los Prefacios y el Cánon.

42. PEDRO RIGA. Un volumen en 4.° prolongado, en pergamino, de 170 páginas. Es de principios del siglo XIII, Este escritor floreció en el siglo XII. Según algunos autores era inglés, y según otros francés. Escribió por los años de 1160. En el libro que nos ocupa parafraseó en versos latinos
la mayor parte de los libros del antiguo y nuevo Testamento. Dióle el título de Aurora o Biblioteca. Todos los autores reconocen, dice un escritor contemporáneo, que el poema de Riga manifiesta un gran talento de versificación en aquella época.

En este Códice que se halla muy bien conservado, los versos están escritos a dos columnas en caracteres muy pequeños y claros, abundando mucho las letras de adorno con dibujos de colores al principio de cada composición poética.

43. JUAN DE NÁPOLES. Dos codlibetos. DURANDO, cuatro codlibetos. HERVEO NATAL, tratado de la potestad del Papa. Un volumen en folio grande, en pergamino, de 211 páginas. Este Códice contiene trabajos de dichos tres autores. Los del primero comprenden hasta el folio 51, los del segundo hasta el folio 90, y los del tercero hasta el fin.
Después de los cuatro codlibetos del segundo autor, hay un índice de los trabajos de éste, y de los dos codlibetos de Juan de Nápoles. Dicho índice comienza de este modo, traducido del latín: «Principia la Tabla de las cuestiones del primer codlibeto del Maestro Juan de Nápoles» En la página 23 se lee en el margen: «Segundo codlibeto».
En la página siguiente se inserta el índice de los codlibetos de Donato. En el otro folio hay una nota que traducida dice: «Principia el tratado del Maestro Herveo sobre la potestad del Papa. Y al fin de todo otra que dice: «Concluye el tratado de Fray Herveo Natal, Maestro en Teología, de la orden de Predicadores, sobre la jurisdicción de la potestad eclesiástica».

44. DIETARIO O CONSUETA para todas las fiestas y oficios del año de la catedral de Tortosa. Un volumen en folio en pergamino, de 358 páginas. Es del siglo XV. En este Consueta ya está separado todo lo referente a los rezos u oficios de las dominicas y ferias, y del Santoral, según el orden que se usa en la actualidad. La primera página tiene una grande orla, pero los colores han perdido mucho. Hay otra en el principio del Santoral, que se conserva en buen estado; su letra inicial ostenta una bonita imagen de San Esteban.
En los rezos se hace mención el día 2 de Agosto del oficio del Santo Ángel, con el rezo propio que tenía antes; de la Pasión de la Imagen del Salvador, de que hemos tratado en el Códice n.° 32; y de San Rufo, que en aquel tiempo se celebraba con octava. No es de estrañar que no se halle la fiesta de Nuestra Señora de la Cinta, porque este Códice, según ya hemos dicho, es del siglo XV, y la fiesta de la Santa Cinta se instituyó por el Obispo y Cabildo a principios del siglo XVI.
La lectura de este Códice o Consueta ofrece un grande interés, y puede servir mucho para estudiar todo el régimen de esta Catedral en aquel tiempo, deduciéndose varias noticias históricas, supuesto que en cada festividad se indican detalles muy curiosos sobre lo que debía prepararse, y a veces hasta se expresa el sitio de la catedral donde se practicaban algunos actos del culto.
La encuadernación de este libro aún es de las antiguas, y se dejó porque está en buen uso. Llama la atención un eslabón que hay en una de las cubiertas, el cual se sujetaba a la cadena de una mesa, a fin de que nadie pudiese sacar de allí el libro.

45. GUIDO DE BASYO. Preparación para el estudio de los seis libros de las Decretales de Bonifacio VIII. Un volumen en folio grande, en pergamino, de 320 páginas. Le faltan algunas hojas al final. Es del siglo XIV. Su autor Guido de Basyo era Arcediano de Bolonia, Capellán del Papa y Auditor del mismo en los asuntos o escritos contradictorios; litterarum contradictarum Auditore. Así se titula en el epígrafe puesto al principio del libro. Luego sigue un prólogo o dedicatoria del autor a sus discretos amigos y profesores, donde expone el plan de su obra. Adopta el mismo orden del Sexto de las Decretales, del cual es autor Bonifacio VIII, En el margen hay algunas notas del tiempo en que se escribió el Códice y de igual letra; además se ven otras notas de época posterior.
Según hemos dicho, le faltan algunas hojas; mas por el título con que concluye se puede deducir lo que hay de menos. El último título es el que trata de los privilegios; de privilegiis. Después de este, que es el de número séptimo del libro quinto de la Colección de Bonifacio VIII, aún hay cinco títulos hasta el doce que trata de verborum significatione. Esto sin contar las Reglas del derecho que siguen, y que también forman parte de la colección de dicho Papa.


31-35

31. CAPITULARIO PARA TODO EL AÑO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 138 páginas. Es del siglo XV. Está foliado con números romanos, del estilo propio del tiempo en que fue escrito este libro. Al principio tiene una nota que traducida del latín dice así: «Comienzan los Capítulos ordinarios, según el Breviario Romano.» Esto indica que dicho libro no fue escrito para esta iglesia, porque en aquella época esta catedral tenía su rito propio. Después en el folio 9 se halla otra vez la misma nota. Las iniciales de cada capítulo están adornadas con dibujos de colores. 

32. CAPITULARIO PARA TODO EL AÑO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 216 páginas. Es del siglo XV. Este Códice es muy parecido al anterior, aunque está mejor conservado. Fue escrito expresamente para esta catedral, como lo demuestra el epígrafe que traducido dice así: «Principian los Capítulos para todo el año, según el rito de la Santa Iglesia de Tortosa.» Antes de esto hay un Calendario muy completo, en el cual, lo mismo que en los de otros Códices de liturgia que hemos reseñado, además de expresarse los días del mes y de la luna, están las horas de día y de noche que tiene cada mes.
También son de notar en dicho Calendario algunos rezos que tenía entonces esta catedral. Entre estos se halla el día 9 de Noviembre, uno titulado: La pasión de la Imagen del Señor, o del Salvador, que es la misma imagen llamada del Santísimo Cristo del Salvador, de Bérito o de Beyrut, en Siria, que se venera en la parroquia del Salvador de Valencia desde el año 1250.
Este Capitulario también tiene adornadas con dibujos de colores las letras iniciales de cada capítulo. Al final están los principios de varias antífonas con notas musicales, que sin duda servirían para el Canónigo que estaba de semana en el coro.

33. GUILLERMO LAVINA. «Camino o Dietario de la salud, compuesto por Fray Guillermo Lavina, de la orden de frailes menores.» Tal es el título de este Códice, que forma un volumen en 4.° en cartulina, de 177 páginas. Es del siglo XIV. Se puede decir que está dividido en dos partes. Primeramente hay una serie de pláticas o meditaciones, y al principio un índice de todas. Se observa que después del índice hay cuatro folios truncados, que pertenecen a la segunda parte. Al fin de la primera parte, que concluye en el folio 76, hay una nota que traducida del latín dice: «Concluye el Camino o Dietario de la salud, compuesto por Fray Guillermo Lavina, Equitanie, de la orden de frailes menores.»
Sigue luego la segunda parte, que contiene los exordios para sermones de todas las dominicas del año, y para los santos apóstoles, mártires, confesores, etc. Después hay una Tabla o división de puntos para sermones de diversas materias morales.
Al principio de este Códice se ve una nota de diferente letra y de época más reciente, que dice:
« Via salutis á Fr. Lavina» y después otra que dice: «Sermones de Inocencio 3.°» Mas parece que hubo en esto alguna equivocación, o tal vez se formó un segundo tomo por separado, en el cual se escribieron los sermones de Inocencio III, pues no existen en este Códice. Además en la última página hay una nota que traducida dice lo siguiente: «Concluye este libro, que se denomina de la salud, y que también contiene temas sobre las dominicas»; y nada dice de los sermones.
Es de creer que el Códice que nos ocupa sea muy conocido en las bibliotecas antiguas; porque los Sres. Denifle y Chatelain dicen que se publicó el siglo XV entre las obras de San Buenaventura; y que se halla en la biblioteca de Mazarine, n.° 888; en la de Rouen, n.° 660; y en la de Bordeaux n.° 331. También hace mención del mismo el escritor francés Bartolomé Haureau, en la Historia literaria que publicó a mediados de este siglo.

34. MISAL. Un tomo en 4.° prolongado, en pergamino, de 396 páginas. Es de fin del siglo XII o de principios del XIII. Al comenzar hay cuatro folios truncados, que parece no corresponden a aquel sitio. En el folio 5.° se ve una nota que dice, que este libro es de la sede o catedral de Tortosa; y otra en que se lee esto: Fó estimat en LXX set sous. «Fué valorado en setenta y siete sueldos.» Sigue luego una larga oración de San Agustín y otra de San Ambrosio, para el principio de la misa, y la notable Epístola o Carta pastoral de San León Papa.
Después hay un antiquísimo Calendario, de tamaño más pequeño y de distinta letra que la del Misal. En este Calendario ya está la fiesta de San Rufo, y la de la Inmaculada Concepción; la primera el día 14 de Noviembre, como ahora, y la segunda también el 8 de Diciembre.
Son dignas de notarse en este Misal, así como en otros muy antiguos que hemos reseñado, varias oraciones, bendiciones y preces que ahora no se usan. Citaremos una que está añadida al final de la página 170, y se refiere al tiempo en que gran parte de España aún estaba en poder de los moros. Dice así, traducida del latín: «Omnipotente sempiterno Dios, en cuya mano están todas las potestades y todos los derechos de los reinos; dignaos auxiliar a los cristianos, para que las gentes paganas que confían en su ferocidad, sean destruidas con la fuerza de tu poder.»
En la página 166 hay un Prefacio con nota musical escrita según el uso de aquel tiempo.
A pesar de su grande antigüedad, este Códice se halla perfectamente conservado. Son de admirar en él las hermosas viñetas de colores muy finos, que están al principio de cada oración.

35. PEDRO LOMBARDO, O EL MAESTRO DE LAS SENTENCIAS. Un volumen en folio en pergamino, de 626 páginas. Es de principios del siglo XIII. Contiene los cuatro libros del Maestro de las Sentencias. Al principio de cada libro hay un índice. Este Códice está escrito en finísimo pergamino y con caractéres muy correctos. Además todas las páginas están orladas con dibujos de colores. También tienen adornos las iniciales de cada capítulo. Los cuatro libros se encabezan con hermosas viñetas; pero falta la del libro 1.° que fue rasgada. En el margen hay algunas notas, aunque muy breves.

36-40


51-55

51. SALTERIO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 322 páginas. Es del siglo XII. Además de su antigüedad este Códice es muy notable por las especialidades que en él se observan. La más principal es que su escrito tuvo dos objetos, o por mejor decir, este libro prestó dos servicios. El uno fue utilizarlo para el rezo o canto de los Salmos; y el otro para la instrucción relativa a lo que en los mismos se expresa. Sin duda que el mucho valor que tenía un libro en aquel tiempo, motivó la resolución de que prestase estos dos servicios. 
Por eso al escribir el texto de los Salmos de David en caracteres muy claros, se dejó un blanco de la mitad de la plana, a fin de poner allí las notas o glosas. Y se hizo esto con tanta profusión, que en algunos Salmos especialmente en los primeros, hay glosas hasta entre las líneas del texto. De modo que mientras este libro servía para el oficio divino en el coro de esta catedral, como se conoce por el estado de las hojas, era estudiado en las clases o conferencias que se daban en esta misma iglesia para instrucción del clero.
Otra cosa digna de notarse se observa en este Códice. Al fin de cada Salmo, y con la inscripción Collecta con que aún actualmente se designan las oraciones de la misa, hay una oración en igual forma que estas, que tiene por fundamento de la petición que se hace a Dios algún versículo o idea de las contenidas en el Salmo que precede. En los Salmos que hacen alusión a algún asunto histórico, se indica este al principio.
Después del Salterio están todos los Cánticos. Luego sigue una Tabla donde se expresan algunas fiestas movibles; y al fin de todo están las Letanías según el rito antiguo de esta catedral. En ellas se hace mención de San Rufo.
En este Códice hay algunas viñetas de muy buen gusto según el estilo de aquel siglo.

52. Santo Tomás de Aquino. Cuestiones de Veritate. Un volumen en folio en pergamino, de 390 páginas. Es del siglo XIV. Al principio hay un índice muy extenso, que comprende las 27 cuestiones que se tratan en este libro. Después siguen estas por su orden.
Este Códice además de estar foliado, en números romanos, tiene en todos los folios el número de la cuestión que allí se contiene. En el margen hay algunas notas de época más moderna. Las iniciales de todos los capítulos están adornadas con dibujos de colores.
Algún escritor supone que este Códice es del siglo XIII; pero téngase presente que su autor, Santo Tomás de Aquino, fue canonizado por el Sumo Pontífice Juan XXII el año 1323, o sea a principios del siglo XIV; y en este libro ya se le designa con el nombre de Santo. El epígrafe que hay al
principio dice así: «Cuestiones de Veritate de Santo Tomás de Aquino.» Y al fin una nota que dice: «Concluyen las Cuestiones de Veritate de Santo Tomás de Aquino, de la orden de Predicadores.

53. Varias Fórmulas Curiales. Un volumen en folio en pergamino, de 78 páginas. Es del siglo XV. Contiene este Códice un abundante repertorio de formularios para las Curias eclesiásticas, especialmente en lo que se refiere a los actos de jurisdicción voluntaria; como colaciones de beneficios, fórmulas de actas de profesión religiosa, absoluciones de censuras, y todo cuanto puede ocurrir en los diversos asuntos a que se extiende la administración eclesiástica. Aunque desde entonces han variado mucho estas fórmulas, no deja de ser interesante conocer las prácticas que regían sobre este punto en el siglo XV.
Le faltan algunas hojas al principio y al fin. Antes de cada formulario hay un epígrafe en letra encarnada indicando el asunto. Las letras iniciales de cada formulario están con dibujos de colores.

54. Leccionario o Epistolario. Un volumen en folio en pergamino, de 472 páginas. Es del siglo XV.
El servicio del altar y coro de esta catedral, que desde los tiempos más remotos ha estado siempre a grande altura, requiría un buen número de libros litúrgicos; y de ahí que aún existan tantos de antiguos.
El que nos ocupa aunque se conoce que prestó mucho servicio, todavía se halla en buen uso. Las primeras y últimas hojas están escritas de diferente mano, como lo demuestra la forma de la letra y los dibujos de las iniciales de las lecciones que también son de diverso estilo.
Este Códice ya fue foliado cuando se escribió. En el folio 175 donde comienzan las Epístolas de las Misas de los Santos, hay una inicial sumamente adornada.

55. San Agustín. De la Trinidad y de la Verdadera Religión.
Un volumen en 4.° mayor prolongado, en pergamino, de 404 páginas. Es del siglo XV. Al principio tiene tres hojas escritas en época más moderna y de distinta letra que lo demás del Códice. Contiene un resumen de cada uno de los quince libros en que se halla dividido el tratado de la Trinidad de San Agustín. Al comenzar este resumen hay una nota que traducida dice: «Se principió (por San Agustín) el año 400. Se concluyó cerca del año 416.» Después está el resumen del Tratado de la verdadera Religión, que comienza en el folio 173; antes hay una nota que dice que fue escrito cerca del año 390.
En la primera página se halla la carta de San Agustín a Aurelio Obispo de Cartago, que sirve de prólogo. A continuación del Tratado de la verdadera Religión, y como final del libro, está copiado el capítulo XIII del libro I de las Retractaciones. Antes hay una nota que traducida dice: «fue escrito en Pisa el año 1431 por mi Juan Gregorio». Después debió comprarlo el Cabildo, pues en una nota escrita al pie de la página l.a, se dice, que pertenece a los libros de esta catedral.

56-60.