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domingo, 8 de marzo de 2020

100-110


100. HORACIO. Un volumen en 8.° en pergamino, de 262 páginas. Es del siglo XI. Al principio y al fin le faltan algunas hojas. Tratando de este Códice los Sres. Denifle y Chatelain, dicen que es sin duda el más antiguo de España que contiene las obras de Horacio, pues algunos manuscritos de la misma obra que se conservan en la Biblioteca del Escorial son del siglo XIII y posteriores.
Llaman la atención en este antiguo Códice la multitud de glosas o notas puestas en el margen y entre las líneas, tan diminutas, que admira cómo pudieron escribirse.
Al principio de cada uno de los libros en que se divide esta obra de Horacio, hay una viñeta de muy buen gusto, estilo de aquel siglo. Pero se distinguen principalmente las que se ven al principio del libro dirigido a Mecenas, y al comenzar el «Arte poètica.»

101. LA CARTA DE SANTIAGO, Y CONCORDANCIAS DE LAS CARTAS DE SAN PABLO. Un volúmen en 4.° en pergamino, de 370 páginas. Es del siglo XII. Este Códice se divide en tres partes, que se escribieron en diversas épocas. La forma del escrito de la carta de Santiago es completamente distinta de los otros. Luego sigue una especie de repertorio, que comprende dos o tres folios, donde se indican algunos asuntos de los que San Pablo trata en sus cartas. Por último, y esto ocupa la mayor parte del libro, están las Concordancias de las cartas de San Pablo, con una introducción general de Rábano Mauro.
En este tratado no hay división alguna. Únicamente se distingue la separación de cada asunto o carta por medio de una inicial muy grande de color encarnado, con algún sencillo dibujo. Al principio de este Códice hay una nota, que también se lee en algún otro. Dice así: «Este libro es de Santa María Dertusense. Si alguno lo quitare, sea anatema.»

102. FORMA DE VISITAR A UN HERMANO ENFERMO. Un volumen en 4.°, en pergamino, de 260 páginas. Es del siglo XIV. Como en aquel tiempo los canónigos de esta catedral vivían en comunidad, además de los ritos generales había algunas prácticas especiales de esta iglesia.
En este Códice se expresa en muy grandes letras todo lo que debía practicarse cuando se tenía que administrar la Santa Unción a un Capitular, así como la recomendación del alma y demás hasta darle sepultura. También está el oficio de difuntos.
Es muy curioso por lo que se refiere a la parte antigua histórica, lo que dice este Códice desde el folio 122 hasta su conclusión. Se explica allí lo referente a la procesión que se hacía por la catedral y el claustro en la mañana del día de difuntos; y con este motivo se dan noticias de mucho interés histórico. Se dice, que la procesión primeramente irá al lugar donde estaban los sepulcros de los Obispos; después pasará al de los sepulcros de los canónigos; luego seguirá por la parte donde se hallaba el granero, y entrará por el claustro a la casa donde residían en comunidad los canónigos; volviendo después al claustro, y dirigiéndose a la parte de detrás del altar de Santa María, (el ábside) cantando una absolta en cada uno de dichos puntos.
También se cita una puerta llamada septentrional, y otra occidental.
Al principio de este Códice hay algunas hojas truncadas que se refieren a la administración del sacramento del bautismo.

103. SAN GREGORIO PAPA. Un volumen en 8.° en pergamino, de 218 páginas. Es del siglo XII. Contiene la exposición del libro de las Parábolas, del Eclesiástes, Sabiduría, Josuè, Jueces, Reyes, Números, Éxodo, Gènesis, y algún otro. Al fin hay un breve comentario sobre un libro que se titula de «Jesús de Sirach». Tal debe ser el nombre del autor, porque después dice: Explicit liber Iesu fili Sirach.
Son de notar en este Códice algunas hojas del principio y del fin, de letra cursiva muy antigua, y de una pequeñez y claridad admirables. Los epígrafes de cada exposición están señalados con letras encarnadas. En los últimos libros hay un índice al principio. En uno de los últimos folios se ve un espacio de unas dos líneas, con signos muy extraños que parecen de música.

/ Nota: https://archive.org/details/VetusLatina112SirachEcclesiasticus/page/n8/mode/2up aparece Sirach (Ecclesiasticus) /

104. SERMONES PANEGÍRICOS. Un volumen en 8.° en pergamino, de 688 páginas. Es del siglo XIV. Contiene panegíricos de los Santos más principales, y de algunas festividades y Misterios. Al principio hay dos índices. Uno alfabético, y otro en el que están según el orden del calendario, los nombres de los Santos y Misterios cuyos panegíricos se hallan en este libro, expresando los folios que comprenden. En algunos hay dos o más sermones.
Los asuntos conforme a la costumbre de estos Códices, se indican en el texto con letras encarnadas. En la primera página hay una nota de letra más moderna, que dice «Sermones» y después «Número 15». Lo que prueba que en algún tiempo ya se formó inventario de estos libros.

105. HUGO DE SAN VÍCTOR. Un volumen en 4.° en pergamino, de 149 páginas. Es de principios del siglo XIII. Contiene las cinco septenas, quinque septenas, del expresado autor, que comprenden hasta la página 9, al fin de la cual hay una nota que traducida dice: «Concluye Hugo sobre las cinco septenas.» Después hay unos soliloquios del mismo autor; la exposición de algunos salmos de David; y un tratado sobre algunas cuestiones del antiguo testamento. No hay foliación ni índice.
Aunque el autor solamente se titula Hugo, y hay varios escritores de este nombre, estos tratados pertenecen a Hugo de San Víctor, Religioso de la Abadía de San Víctor de París; por ello sin duda se le aplicó este nombre. Falleció dicho escritor a mediados del siglo XII.

106. SAN GREGORIO MAGNO. Un volumen en 4.° en pergamino, de 270 páginas. Es de principios del siglo XIII. Contiene las Homilías de dicho Santo Padre. La primera es sobre el Evangelio que se canta el Domingo de Ramos antes de la bendición de las palmas y ramos; y la última se titula in natale virginis.
Después de estas Homilías siguen varios sermones de Santos en idioma Provenzal, que por los siglos XIII y XIV fue la lengua literaria en el Reino de Aragón, o sea el peculiar lenguaje de nuestro pais.
Dichos sermones, que comprenden 30 folios, hacen muy notable este Códice por el idioma Provenzal con que están escritos; de tal modo que en poco tiempo se han recibido cartas de algunos centros literarios del extrangero, pidiendo copias y noticias de este curioso escrito Provenzal, único que existe en los Códices de esta iglesia.

107. BOECIO Y ARISTÓTELES. Un volumen en 4.° en pergamino, de 594 páginas. Es de últimos del siglo XIII o de principios del XIV. Contiene los Tópicos de Boecio. Con este nombre se designaba en la filosofía antigua cierto método o forma de argumentar. Antes de esto hay un tratado con figuras de geometría; al principio le faltan algunas hojas.
Después siguen los Tópicos de Aristóteles, donde se ve gran multitud de notas en el margen y en medio de las líneas. Merece notarse una curiosa tabla, en la que se explica todo lo referente a la conversión de las proposiciones, por un método sumamente ingenioso. También hay varias figuras o líneas para aclarar y hacer comprender lo que se explica en estos tratados.
Al principio de algunos de los libros en que se divide la materia de este Códice hay un blanco. Es porque se dejó la letra inicial para adornarla, según la costumbre de aquel tiempo, y no llegó a verificarse. Esto manifiesta que un amanuense era el que escribía el Códice, y otro ú otros los que se empleaban en los dibujos de las letras.

108. JUAN BIRIDAN Y ALBERTO DE SAJONIA. Un volumen de 400 páginas, escrito en cartulina. Es del siglo XIV. Contiene las cuestiones sobre el arte antiguo, de Juan Buridan, que fue profesor de la Universidad de París, y adversario muy hábil y constante del realismo. El tratado de éste comprende hasta el folio 44.
Después están las cuestiones logicales de Alberto de Sajonia, que comprenden hasta el fin. No hay división de títulos en este Códice, ni epígrafes que indiquen los asuntos. Todas las cuestiones se distinguen con simples apartados, faltando en algunos la letra inicial que se dejó para dibujar, y no llegó a hacerse esto.

109. SERMONES. Un tomo en 4.° en pergamino, de 450 páginas. Es del siglo XIII. No consta quién es el autor. En la distribución de los sermones hay poco orden, pues están intercalados los sermones de los Misterios con los de la Santísima Virgen y con los panegíricos de Santos; y como no hay índice, para registrarlos se debe recurrir al epígrafe de cada sermón, que está (esta en el original) señalado con letras encarnadas.
En algunos asuntos hay más de un sermón. El final no está completo. Al principio de este Códice se ve un número de letra más moderna; lo cual prueba lo que hemos dicho tratando de algún otro Códice, respecto a que en los tiempos pasados se formó inventario de estos libros.

110. SUMA O COMPENDIO DE LA PENITENCIA. Un volumen en 4.° en pergamino, de 273 páginas. Es del siglo XIV. Este Còdice comprende varios tratados de distintos autores, relativos todos a la penitencia. Primero hay algunas instrucciones sobre la administración del sacramento de la penitencia. A esto sigue un epígrafe que traducido dice: «Principia el libro de las meditaciones de San Bernardo de Claraval.» Luego hay otro tratado que se titula así: «Principian las meditaciones de San Agustín, Obispo de Hipona.» Sigue otro que dice: «Principia el libro de los Soliloquios de San Isidoro.» Después otro que comienza de este modo: «Principian los tres libros de Próspero sobre la vida contemplativa y activa.
Sin duda por la relación que tienen con las materias de este Códice, se añadieron los siguientes opúsculos. Uno cuyo epígrafe dice: «Principia la útil ocupación de Anselmo, que se titula, Misericordia de la Pasión del Señor.» Después hay una oración de San Bernardo. Y por último un oficio o rezo de la Pasión del Señor, que es distinto del que se usa actualmente.
Al principio de la primera plana hay una nota escrita con la misma letra que el Códice, la cual traducida dice así: «Este libro es de Santa Maria de Tortosa. Si alguno lo quitare, sea anatema.» La forma de dicha nota manifiesta que este Códice fue escrito para esta iglesia. Al final está en letras encarnadas hechas con cierto capricho y buen gusto, lo que solía ponerse en algunos Códices: «Este libro se ha escrito; el que lo escribió sea bendito.»



61-71

61. LOS LIBROS DE JEREMÍAS E ISAÍAS, con las glosas o comentarios de Rábano Mauro. Un volumen en folio grande, en pergamino, de 394 páginas. Es de principios del siglo XIII. Este Códice es igual al de los números 2, 12, 23 y 28, que también contienen libros de la Sagrada Escritura. Se 
comprende que en todos se adoptó la misma forma.
La viñeta del principio del libro de Jeremías fue cortada. Antes de los Trenos o Lamentaciones hay otra de muy buen gusto, que representa a dicho Profeta enfrente de la ciudad de Jerusalén, y en actitud dolorosa, anunciando los males que sobre ella habían de venir como justo castigo de sus crímenes. También se ve otra viñeta al principio del libro de Isaías, alusiva a algún pasaje de las profecías que en él se contienen.
Antes del libro de Jeremías hay un prólogo. Así en este libro como en el de Isaías, los capítulos están señalados al margen con números romanos de colores. Los comentarios son muy abundantes; la letra de estos y la del texto es de una perfección admirable, estando también adornadas con dibujos las iniciales de cada capítulo.

62. HOMILÍAS DE ALGUNOS SANTOS PADRES.- Un volumen en folio mayor, en pergamino, de 306 páginas. Es del siglo XII. A pesar de su mucha antigüedad, y del servicio que se conoce prestó en su tiempo este Códice, se halla en muy buen estado de conservación, y se distingue de un modo especial entre todos los libros del siglo XII, por su tamaño, pues aquellos no pasan de la mitad de las dimensiones que tiene este. Además fue escrito con caracteres muy claros, dejando gran margen en todos los folios, aunque al parecer no debía ponerse allí ninguna nota, pues no la hay en todo el libro, cosa que no se observa en los otros Códices antiguos.
También se distingue este Códice por la profusión de adornos en las iniciales de los capítulos, que ostentan colores muy vivos, con los dibujos propios de aquel siglo, en algunos de los cuales se ven caprichosas figuras. Al principio y al fin le faltan hojas, no pudiéndose determinar cuantas sean porque no tiene foliación. En el margen de los folios se ven muy claramente los puntos agujereados para marcar las líneas; lo que prueba cuan antigua era esta práctica.

63. CÓDIGO DE JUSTINIANO. Un volumen en folio mayor, en pergamino, de 232 páginas. Es del siglo XIV. Contiene los nueve primeros libros de los doce que componen el Código de Justiniano. Tal vez entonces no se considerarían indispensables los otros tres libros; o quizás su contenido estaba resumido en algún otro Códice de esta catedral.
El que nos ocupa se halla completo al principio y al fln, si bien está muy deteriorado por la acción del tiempo, y por el mucho uso que se comprende se hizo del mismo para el estudio del derecho romano. Lo demuestra la multitud de notas y glosas que tiene de diferentes letras y épocas.
Los nueve libros están señalados en cada folio con letras y números de colores. Todas las leyes tienen al principio algún adorno de color; también están adornadas con dibujos las iniciales de los comentarios. En las notas que se pusieron posteriormente hay gran multitud de pequeñas figuras,
muy caprichosas, que revelan el gusto de aquel tiempo.

Pero lo más notable de este Códice son las viñetas del principio de los libros, de un estilo especial, distinto completamente de las que se ven en los otros Códices.

64. TRATADO DE DERECHO CIVIL.
Un volumen en folio grande, en papel cartulina, de 489 páginas. Es del siglo XIV. No hay división de materias, ni está foliado este Códice. Los asuntos se tratan en forma de casos que se proponen; luego se explana el punto y se resuelve. Antes de cada caso se indica la palabra o palabras con que principia la ley cuya doctrina se va a exponer.
Comenzando por el prólogo, y por el caso que se propone en la página 1.a se observa en todos los casos un vacío o blanco, destinado a adornar la inicial del nombre con que principia la ley; inicial que no llegó a ponerse en ninguno de los blancos, y así han quedado, faltando por consiguiente la primera letra.
No consta el nombre del autor. El final no está completo, y faltan algunas hojas. Lo demás del Códice se halla en buen estado; en el margen hay alguna nota de época más reciente.

65. COMENTARIOS AL DECRETO DE GRACIANO. Un volumen en folio grande, en pergamino, de 694 páginas. Es de últimos del siglo XIII o de principios del XIV. Este Códice es muy semejante al de n.° 3; pero en aquel está todo el texto de los cánones, y en este sólo se indican las primeras palabras del cánon, y luego sigue la explicación o glosa.
Las Distinciones y las Causas están señaladas en la parte superior de cada página, y además en el margen. Todo el escrito es de mucho gusto, con profusión de hermosas viñetas adornadas con planchas de oro. La viñeta del principio del libro fue rasgada.
Después del último cánon de la parte 3.°, de Consecratione, o sea al fin del libro, hay cuatro hojas añadidas de distinta forma y tamaño, que al parecer pertenecieron a algún otro Códice de derecho canónico. En las dos últimas hojas están los árboles de consanguinidad y de afinidad; después de este último árbol hay una nota que traducida del latín, dice: «Concluye el árbol del Maestro Juan de Dios, sacerdote español» Deo gratias.

66. JUAN TEUTÓNICO. SUMA DE CONFESORES.
Un volumen en folio grande, en pergamino, de 656 páginas. Es del siglo XIV. Está dividido en cuatro libros, que se subdividen en títulos. Unos y otros se indican con iniciales y números (nú-ros en dos líneas en el original) de colores en la parte superior de cada página. Los capítulos y resúmenes de lo que se trata se señalan antes del texto con letras encarnadas.
Este Códice todavía es más notable que el anterior, por el grande número de viñetas y de letras adornadas con dibujos y planchas de oro. Además se distingue del otro, en que en la mayor parte de las viñetas hay dibujos de caras de hombres, de santos, etc. Es de sentir que en las muchas vicisitudes que han pasado estos Códices, se rasgase en el que nos ocupa la viñeta que había en la portada, y las que estaban al principio de cada uno de los libros en que se divide esta obra. Aún se ha salvado en el primer folio una figura que representa al autor, vestido de religioso dominico, escribiendo el libro. En la nota que hay al fin se designa á éste con el nombre de Fray Tentónico, de la orden de Frayles predicadores. Después del libro cuarto, que es el último, hay unos índices muy completos.

67. LOS LIBROS DEL LEVÍTICO, NÚMROS Y DEUTERÓNOMIO.
Un volumen en folio mayor, en pergamino, de 373 páginas. Es de principios del siglo XIII. Este Códice es muy parecido al de n.° 61, y forma parte de la colección que hay de libros de la Sagrada Escritura. También tiene los comentarios de Rábano Mauro. Al principio de cada uno de dichos tres libros está un prólogo y una preciosa viñeta, menos en el libro primero de donde se rasgó.
Los capítulos en que se dividen los libros están señalados en el margen con números de colores. Las iniciales de cada capítulo ostentan dibujos de muy buen gusto, y todo el Códice se halla escrito con mucha perfección.

68. MILELOQUIO DE SAN AGUSTÍN, compilado por Fr. Bartolomé de Urbino, llamado así porque era Obispo de dicha ciudad. Un volumen en folio grande, en pergamino, de 816 páginas. Al principio tiene una Tabla o índice alfabético de todos los asuntos que se exponen por orden alfabético, lo mismo que un diccionario. Al fin hay una indicación de las materias que pueden adoptarse para los sermones (ser- sermones en dos líneas en el original) de varias festividades y de algunos santos.
Como en los Códices anteriores, las iniciales de los capítulos están adornados con dibujos. También hay algunas viñetas que sirven de orla a toda la página, especialmente en los últimos folios.
El autor pertenecía a la orden de Ermitaños de San Agustín. Ahí consta en una nota que hay al fin, antes de los índices, que traducida dice: «Concluye el Mileloquio de San Agustín, compilado por Fray Bartolomé de Urbino, de la orden de Frailes Ermitaños de San Agustín» Y en la última página hay otra que dice: «Este libro ya ha sido escrito. El que lo escribió sea bendito.»

69. PONTIFICAL ROMANO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 304 páginas. Es del siglo XIV. Atendiendo al objeto para que fue destinado este Códice, que eran las funciones pontificales, se escribió con gran lujo. Llaman la atención las letras de adorno, y las preciosas viñetas con figuras y dorados, que aún conservan el mayor brillo. Al principio hay un índice hecho en época posterior, y seis hojas que si bien tratan de la misma materia que lo demás del libro, se comprende que fueron agregadas, pues son de diferente letra y no están foliadas como el Códice.
En el margen hay algunas notas. También se ve alguna oración añadida posteriormente. Como la mayor parte de los actos para los cuales se escribió este Códice eran solemnes, hay algunos signos de música.

70. COMENTARIOS AL DECRETO DE GRACIANO. Un volumen en 4.° prolongado, en cartulina, de 322 páginas. Es del siglo XIII. Está incompleto y muy deteriorado. Al principio le faltan algunas hojas, y al final deben faltarle muchas, pues tan sólo comprende hasta la Causa XI de la segunda parte del Decreto de Graciano, y esta parte tiene XXXVI Causas. También le falta la tercera parte, de Consecratione.
No consta quien es el autor de estos Comentarios. En las Distinciones, que forman la primera parte, no hay señal alguna que indique su numeración, porque si bien en el margen se ven algunos números, son poco legibles.
Las Causas están numerados en la parte superior de cada página.

71. COMENTARIOS SOBRE EL LIBRO I DEL MAESTRO DE LAS SENTENCIAS.
Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 204 páginas. Es del siglo XIV. En el margen hay algunas notas y citas que se refieren a varios capítulos del libro. Al final se ve una tabla o índice, que expresa las cuestiones que se proponen en las cuarenta Distinciones de que consta el libro.
Después hay una nota con el nombre del autor, que traducida dice: «Concluye la Tabla del primero, de Fray Pedro de Atarrabia de la orden de Frailes menores.» Deo gratias. Amen.


120-129


120. BREVIARIO SEGÚN EL USO DE LA IGLESIA DE TORTOSA. Un volumen en 4.° en pergamino, de 666 páginas. Es del siglo XIV. así este Breviario como el del número anterior, se conoce que estaban destinados por el uso diario de esta catedral, porque además de contener algunos rezos ú oficios propios de esta iglesia, se dice en los mismos el número de cantores que en el coro correspondían a cada festividad.
En el que nos ocupa, después del Calendario hay una especie de lista donde se expresan, como hemos dicho, las festividades en que debía haber seis, cuatro, y dos cantores. También está el oficio de la fiesta de San Rufo y el de la octava. Al final hay dos o tres hojas de letra más moderna, que contienen varias explicaciones y notas sobre la liturgia de esta iglesia.

121. LECCIONARIO CON LAS HOMILÍAS. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 419 páginas. Es del siglo XIV. También fue escrito este Códice para esta catedral, o sea para el coro; sirviéndose de él en las lecciones los canónigos y beneficiados a quienes correspondía por turno. Está incompleto, pues al principio y al fin le faltan muchas hojas. Por lo demás se halla en buen uso y se conoce que el trabajo de este libro se hizo con mucha perfección. Todas las iniciales de las lecciones están adornadas con dibujos de colores.

122. HONORIO AUGUSTODUNENSE. ELUCIDARIO. Un volumen en 4.° prolongado, en pergamino, de 164 páginas. Es del siglo XII. Al principio de la primera página hay una nota de letra más moderna que dice, Quoestiúnculae Theologicae. Después sigue este epígrafe: Capitula Lucidarii. Las cuestiones se dilucidan en forma de diálogo, figurando un discípulo que pregunta, y un maestro que contesta dando la explicación.
Al principio de cada uno de los libros en que se divide esta obra, hay un largo índice de todos los puntos que se han de explicar. Después en las últimas hojas, que son de otra época, hay los siguientes breves tratados. De la Iglesia. De los sagrados órdenes. Del Sumo Pontífice. De la dedicación de la iglesia. Del agua bendita. De las palmas y ramos, etc. El final del libro está muy deteriorado y faltan además algunas hojas.

123. EL EVANGELIO DE SAN JUAN. Un volumen en 4.° prolongado, en pergamino, de 204 páginas. Es del siglo XII. Tiene los comentarios de Rábano Mauro, como los otros Códices de la Sagrada Escritura de que hemos hecho mención; pero este es de época más antigua, y de ahí que sea completamente distinto, así en el tamaño como en lo demás del escrito, viñetas, etc.
En este Códice se nota la particularidad de que el texto apenas ocupa una quinta parte de cada página, a fin de dejar extenso margen para los comentarios. También hay bastante distancia de línea a línea para poner notas, viéndose allí muchas. Al principio de la primera plana se ve con letra más moderna la nota que hemos copiado de otros Códices: «Es de Santa María de Tortosa; si alguno lo quitare, sea anatema» . Y al final después del evangelio de San Juan, hay una página comentando las palabras de la profecía de Balaam, Orietur stella ex Iacob.

124. COMENTARIOS SOBRE EL MAESTRO DE LAS SENTENCIAS. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 242 páginas. Es del siglo XIII. No consta el hombre del autor. No hay separación ni epígrafes que indiquen los libros del Maestro de las Sentencias que se exponen en este Códice. Es de notar que los comentarios principian por el libro segundo, como lo indican las palabras de la primera página, que traducidas dicen: «Sobre el principio del segundo libro del Maestro de las Sentencias propongo una cuestión.»
En el folio 29 comienza el comentario al libro primero, según lo expresa una nota de letra muy pequeña y de época distinta que dice, Circa primum Sententiarum.
En los folios 87 y 88 hay un índice de las cuestiones.

125. HUGO DE-NOVOCASTRO. Un volumen en folio en pergamino, de 292 páginas. Es del siglo XIV. Principia este libro del siguiente modo: Incipit secundus lecturae, Fratris Hugonis de Novocastro, Ordinis Fratrum minorum, suppletus ab eodem. Tal es el título que tiene. Su contenido es una exposición o comentario del Maestro de las Sentencias. El autor, que era un teólogo inglés, (Nota: Novocastro : Newcastle : Castellnou etc...) vivió a principios del siglo XIV. Dividió el libro en distinciones, subdivididas en cuestiones, que se indican con números romanos en la parte superior de cada página. Pero al llegar a la distinción XXI se omitió el señalarlas. También se omitió desde esta distinción hasta el fin del Códice, poner las iniciales del principio de cada cuestión, que sin duda debían adornarse con dibujos como las demás, y no se hizo; notándose que falta una letra y hay un claro en el texto.
Al final está un índice muy completo de las cuestiones que se tratan en este libro. Después del índice hay una nota, que traducida del latín dice así refiriéndose al libro: «El que me escribía, el nombre de Nicolás tenía.»

126. FORMULARIOS PARA TODA CLASE DE INSTRUMENTOS. Un volumen en folio en pergamino, de 114 páginas. Es del siglo, XV. Este Códice ofrece especial curiosidad por la multitud de formularios que contiene, redactados con mucha extensión y según derecho. No está completo. Al principio le faltan algunas hojas, pues comienza el primer folio por el instrumento de número XIV.
Aunque no hay foliación, todos los instrumentos están numerados por su orden en el margen. Además, al principio de cada instrumento hay un breve título o epígrafe con letras encarnadas. Todos los instrumentos o formularios de este Códice ascienden a 337, y aún faltan algunas hojas al fin. De un mismo asunto hay varios formularios según las diversas combinaciones y casos que pueden ofrecerse.

127. COMENTARIOS A LOS LIBROS DE LAS DECRETALES. Un tomo en folio, en cartulina, de 238 páginas. Es del siglo XV. Este Códice se puede dividir en dos partes; hasta la mitad del libro donde hay algunas hojas en blanco, y desde allí hasta el fin. La primera parte comienza por los comentarios del segundo libro de las Decretales, que tratan de los juicios o procedimientos; no hay allí división ni señal alguna de títulos ni capítulos. En la segunda parte están los comentarios a los libros tercero y cuarto; y aunque tampoco hay separación de títulos ni capítulos, cada caso que se resuelve está señalado con letras más grandes.
También se observa lo que ya hemos dicho de otros Códices; que la inicial quedó sin adornar, viéndose un claro o blanco en el texto.

128. LOS CUATRO EVANGELIOS. Un tomo en 4.° en pergamino, de 394 páginas. Es del siglo XII. Al principio de cada evangelio hay un índice y un prólogo. En el evangelio de San Lucas el prólogo está sin concluir, pues sólo tiene algunas líneas escritas, y siguen dos páginas en blanco donde parece que debía concluirse.
Las primeras palabras de los evangelios son de letras de muy buen gusto, y según el estilo de aquel siglo; siendo lástima que las principales que sin duda hubieran sido muy notables, quedasen por hacer, viéndose los claros donde debían estar. También son de colores las iniciales de todos los capítulos y párrafos. Este Códice a pesar de su mucha antigüedad se halla perfectamente conservado.
Según se ve en el ultimo folio, después de los cuatro Evangelios debían seguir en este Códice los Evangelios y Capítulos para todo el año; pero probablemente se continuaron en otro Códice.

129. SUMA O COMPENDIO DEL CÓDIGO DE JUSTINIANO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 234 páginas. Al principio tiene un índice de los nueve libros en que se halla dividida esta obra; pero le falta algún folio, pues comienza por el índice del libro cuarto. Antes del primer capítulo, que se titula de Sacrosanctis Ecclesiis, hay un breve prólogo que comienza así, traducido del latín: «En nombre de Dios Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, principia la suma de todos los libros de leyes promulgada por los jurisconsultos.» Siguen luego por su orden los libros, que están indicados en la parte superior de cada folio. Los capítulos se indican en el margen con números romanos; y los epígrafes de cada asunto o cuestión están como es costumbre en estos Códices, con letras encarnadas a continuación del texto. Las iniciales de los capítulos son todas de colores, y las del primer nombre de cada libro están adornadas con dibujos.
Este Códice además del mérito de su antigüedad, tiene la especialidad de ser muy raro en las bibliotecas de Europa. Lo prueba, que al poco tiempo de haber publicado los señores Denifle y Chatelain el Inventario de los Códices de esta catedral, en la Revista que ya hemos dicho impresa en París, titulada Revue des Bibliothéques, un publicista de aquella ciudad nos escribió pidiendo copia de algunos capítulos de este Códice, para completar y ampliar según dijo, una obra de derecho regional que había publicado en Francia hacía pocos años.

83-93

83. DICCIONARIO DE NOMBRES DE LA SAGRADA ESCRITURA Y DE LA TEOLOGÍA. Un volumen en 4.° en pergamino, de 242 páginas. Es de últimos del siglo XII o de principios del XIII. No consta el autor. Aunque el contenido de este Códice está en forma de diccionario, no hay como en los otros Códices que hemos reseñado, letras iniciales que indiquen el orden alfabético; de modo que se ha de conocer por las mismas iniciales del texto, aunque están bien marcadas y todas son de color. 
Algunas hojas del principio y del fin se hallan muy deterioradas por la acción del tiempo, y apenas son legibles. Lo demás del Códice está bien conservado.

84. RITUAL DE VARIAS BENDICIONES, Y DE LOS SACRAMENTOS, ETC. Un volumen en folio, en pergamino, de 151 páginas. Según parece, este libro debía estar reservado para ciertos actos muy solemnes, pues se distingue por la magnificencia con que se halla escrito, en caracteres muy grandes, estando además adornadas las letras del principio de cada párrafo u oración.
Después de las fórmulas o preces para bendecir el agua los domingos y demás días que convenga, está la bendición de la pila bautismal, y la administración del Sacramento del Bautismo, del Matrimonio y de la Extrema-Unción; siendo muy de notar, que en aquel tiempo el bautismo aún se administraba en esta iglesia por inmersión.
Al final está el oficio de difuntos, y el Consueta o explicación de todo lo que debía practicarse en las exequias de los Sres. Capitulares.

85. LA REGLA DE SAN AGUSTÍN. Un volumen en folio en pergamino, de 472 páginas. Es del siglo XIV. Como los canónigos de esta catedral vivían antiguamente según la regla de San Agustín, este libro debía tener en aquel tiempo mucha importancia. También contiene la fórmula de la admisión y profesión de los canónigos, y la exposición de dicha Regla, por Lorenzo de San Rufo.
Después de esto se halla el Martirologio que se leía antiguamente en esta catedral, donde se ven muchas adiciones en el margen, que son de fecha posterior.
Por último hay el Necrológio de los Obispos y Canónigos de esta iglesia. Pero aunque se titula así, también están apuntadas las defunciones de algunos sacerdotes y otras personas bienhechoras de esta catedral, expresándose los aniversarios que debían celebrarse por sus almas.
Este repertorio no solamente ofrece mucha curiosidad, sino además es de grande valor histórico.

86. SAN AGUSTÍN Y RICARDO DE SAN VÍCTOR. Un volumen en 4.° mayor prolongado, en pergamino, de 512 páginas. Es del siglo XIII. Este Códice que fue foliado en época más reciente, contiene los siguientes tratados de San Agustín. Sobre la inmortalidad del alma, hasta el folio 5. De la fé, a Pedro Diácono, hasta el folio 17; después sigue la exposición del Símbolo. En el folio 18 comienza el Enchiridion hasta el folio 33. Del libre alvedrio, hasta el 59. Super Génesi ad litteram, los doce libros, hasta el folio 124. De spiritu et littera, hasta el 136. Contra los Pelagianos hasta el 153. De diversas cuestiones, hasta 178. De bono conjugali, hasta el 184. Y de nuptiis et concupiscentia, ad Valerium Cómitem.
Sigue luego el tratado de la Trinidad, de Ricardo de San Víctor, que comprende hasta el folio 229, donde principian los cuatro libros de San Agustín de Doctrina christiana, hasta el fin.
Se conoce que este Códice debió utilizarse hasta tiempo muy moderno, porque además de que la foliación está en números arábigos, contra la costumbre de las foliaciones antiguas que están en números romanos, hay algunas notas al margen de letra cursiva, que no releva (revela) más de un siglo y medio de antigüedad.
Las iniciales de cada uno de los tratados en que se divide este Códice están adornadas con muy buen gusto.
Antes de comenzar el texto hay una hoja escrita con caracteres modernos, dando noticias históricas y críticas sobre dichos libros.

87. SERMONES DEL PAPA INOCENCIO III. Un volumen en 4.° prolongado, en pergamino, de 140 páginas. Es del siglo XIII. Hay un prólogo con una hermosa inicial, que comienza así traduciéndolo del latín: «Inocencio Obispo, Siervo de los Siervos de Dios. Al amado hijo Amaldo, Abad Cisterciense, salud y Apostólica bendición.
Después del prólogo principian los sermones por las dominicas de Adviento. También hay algunos panegíricos de Santos y sermones de varias materias morales. Los asuntos están señalados con mucha claridad antes de cada sermón con letras encarnadas.
Al principio de este Códice hay dos hojas, que por la letra y por su contenido se comprende que debían ser de algún otro libro.


88. CUESTIONES DE FILOSOFÍA. Un volumen en 4.°, mayor, en pergamino, de 312 páginas. Es del siglo XIV. Este Códice no tiene división de materias, ni siquiera están señaladas las distinciones, como en los otros Códices, con números en el margen o con letras. Únicamente se conoce la separación del asunto, en que la letra inicial del párrafo es más grande y está adornada.
Hay foliación hasta la hoja 120, donde concluyen las cuestiones de Filosofía. Después sigue un diccionario muy extenso de los cuatro libros del Maestro de las Sentencias.
Por lo que se observa en este Códice y en otros, en aquel tiempo era algo frecuente escribir en un mismo libro obras de dos o más autores.

89. TRES CODLIBETOS DE FRAY HORVEO NATEL BRITON. Un volumen en 4,° prolongado, en pergamino, de 138 páginas. Es de principios del siglo XIV. En la parte superior de la primera página hay esta inscripción en castellano y en letra moderna: «Tres Codlibetos del Maestro Horveo, Inglés» Probablemente este último nombre indica la patria del autor. En las notas que hay al fin de cada codlibeto nada consta sobre esto, aunque se consignan algunos datos. Dice así una nota copiada del latín. «Concluye el primer codlibeto de Fray Horveo Natal Briton, de la orden de Frailes predicadores. Doctor en Teología» Deo gratias. En el segundo codlibeto se dice lo mismo. Después del tercero hay una especie (especio en el original) de índice de otra época y de diferente letra. Este Códice no está foliado; pero los codlibetos se señalan con números en la parte superior de cada página. En el margen hay algunas notas muy antiguas.

90. REGLA DE SAN AGUSTÍN. Un volumen en 4.°, mayor, en pergamino, de 282 páginas. Es del siglo XII. Este Códice es parecido al del n° 85, aunque es mucho más antiguo. Además de la Regla de San Agustín, también contiene la exposición de la misma por Lorenzo de San Rufo, y el Martirologio. Al fin de este hay una hoja de un antiguo Calendario; se conoce que las demás hojas fueron cortadas. Sigue después el Necrológio de los Obispos, Canónigos, y otras personas bienhechoras de esta iglesia.
Al principio, o sea en los folios 6 y 7, se halla un documento muy curioso bajo el punto de vista histórico. Es un escrito firmado y signado por el Obispo D. Ponce de Torrella, y por varios Canónigos y Dignidades de esta iglesia, el año 1225, estableciendo cuando vivían todos en comunidad, lo que debía darse en la mesa para comer según los diversos tiempos del año.
También hay una nota de letra muy antigua, en la parte superior de la página donde comienza el Martirologio, que dice así, traduciéndola del latín: «Libro de Santa María (aludiendo al título de esta catedral) Si alguno lo quitare, sea anatema.»

91. COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CINTA. Un cuaderno en papel, escrito en letra cursiva. Es del siglo XVII. No se sabe el motivo de haberse puesto este cuaderno junto con los Códices antiguos. Aunque forma un volumen, regular, sólo hay escritas doce hojas. Se comprende que tenía por objeto anotar todo lo referente a la Cofradía de la Santa Cinta, y a las funciones religiosas con que se honraba la Sagrada Reliquia.
Principia por un resumen de la Bula del Sumo Pontífice Paulo V concediendo varias indulgencias a los Cofrades; luego siguen por orden alfabético diferentes notas relativas a la fiesta de la Santa Cinta, gastos de la misma, etc.

92. CANTORAL PARA LA SEMANA SANTA Y OTRAS FESTIVIDADES. Un volumen en 4° en pergamino, de 194 páginas. Es de últimos del siglo XIII o de principios del XIV. Contiene las Letanías de los Santos, y la Misa para los tres días de las Rogativas que se celebran antes de la Ascensión. Dicha Misa está con notas de canto llano, así como algunos Evangelios y la mayor parte de lo que se canta en las funciones de Semana Santa. También contiene la fórmula antigua de admitir en la iglesia a los penitentes, o sea a los pecadores públicos después de haber cumplido la penitencia canónica que se les había impuesto. Y por último están las oraciones para la consagración de los Santos Óleos en el Jueves Santo.

93. Misal. Un volumen en 4° en pergamino, de 224 páginas. Es del siglo XII. Este Misal es muy parecido a los de los números 10, 11 y 56. Al principio hay dos hojas que debían pertenecer a otro libro. La oración de San Francisco de Asís está añadida en el margen, de letra distinta, posterior a la del Misal.
Según la costumbre de los Misales de aquel tiempo, este también tiene en los dos folios antes del Cánon, dos figuras, una que representa al Salvador, y otra que representa a Cristo. Dichas figuras son una verdadera especialidad en su clase por la rareza de los dibujos.

94-99

viernes, 6 de marzo de 2020

CATÁLOGO DE LOS CÓDICES.

CATÁLOGO DE LOS CÓDICES.

Indicadas en los capítulos anteriores algunas ideas generales sobre los Códices de esta iglesia, los reseñaremos como hemos dicho, siguiendo el orden que tienen en el Inventario de los señores Denifle y Chatelain.

1. CUESTIONES CODLIBETALES DE STO. TOMÁS DE AQUINO. Un volumen en 4.° mayor prolongado, en pergamino, de 116 páginas. Es del siglo XIII. Al principio le faltan algunas hojas. Después del codlibeto quinto hay una nota, que traducida del latín dice así: «Este codlibeto lo concluyó Fray Tomás de Aquino, de la orden de predicadores, en París el año del Señor 1271, en los días próximos al Nacimiento del Señor.»
Aunque esta fecha no se refiere al Códice, sino al codlibeto que escribió el Santo, las condiciones del libro de que tratamos y la antigüedad que revela, hacen presumir con fundamento que se escribió cuando aún vivía Santo Tomás. Nótese a propósito de esto, que aún se le designa con el nombre de Fray Tomás de Aquino.
En este Códice faltan los codlibetos primero y cuarto. El último codlibeto es el undécimo. Al fin del séptimo se leen las siguientes palabras que solían ponerse al concluir los Códices antiguos, las cuales traducidas del latín dicen lo que sigue: «Este Códice ha sido escrito; el que lo escribió sea bendito.»

2. PARTE DE LA BIBLIA. Comprende los libros de Josué, los Jueces, primero de Esdras, Judit, Ester, Tobías, y los de los Macabeos. Un volumen en folio en pergamino, de 560 páginas. Es de principios del siglo XIII. Hay otros Códices, que según veremos, contienen otros libros de la Biblia escritos en igual forma que el que nos ocupa. Todos llevan los comentarios de Rábano Mauro, uno de los escritores más fecundos del siglo IX.
Este Códice es de los más notables del archivo. Además del texto hay dos clases de notas, escritas con una pulcritud admirable. Al principio de cada libro hay una preciosa viñeta con dorados de mucho mérito que se conservan perfectamente.

3. EL DECRETO DE GRACIANO. Un volumen en folio grande, en pergamino, de 596 páginas. Es del siglo XIV. En el margen están los comentarios de Bartolomé de Brescia, profesor de derecho canónico en la Universidad de Bolonia, en tiempo del Papa Gregorio IX. Este Códice se distingue por la gran profusión de dibujos de colores, y por la multitud de letras adornadas. Lo están así mismo todas las iniciales de cada párrafo.
Las viñetas también son de muy buen gusto. En ellas se ven las figuras de muchos Obispos, pues como la materia que se trata es de derecho canónico, por lo general dichas figuras aluden al asunto del cánon que se expone. Faltan en este Códice muchas viñetas que fueron cortadas, lo cual
manifiesta las vicisitudes que han pasado estos libros. Además le faltan algunas hojas al principio y al fin. 

4. SANTO TOMÁS DE AQUINO. DE LA VERDAD DE LA FÉ CATÓLICA CONTRA LOS ERRORES DE LOS INFIELES. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 592 páginas. Es de últimos del siglo XIII o de principios del XIV. En el margen hay algunas notas que se conoce son de época posterior. Comienza así, traducido del latín: «Libro de la verdad de la fé contra los errores de los infieles, compuesto por Fray Tomás de Aquino, de la orden de Padres predicadores». Al final hay una nota que traducida dice: «Terminado el libro, sea alabanza y gloria a Cristo.»


5. SALTERIO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 610 páginas. Es del siglo XIV. Al principio faltan dos o tres hojas. Contiene también las letanías de los Santos y varias preces. Este Códice es una verdadera especialidad, y se distingue entre los otros de un modo notable, por la multitud y riqueza de los adornos. Todo es de un gran mérito. Como cuando se compuso este libro el Sr. Obispo y los Canónigos de esta catedral vivían en comunidad, es de creer que su objeto era para usarlo el Prelado en el coro los días más solemnes.
Difícil es reseñar, aún en compendio, las bellezas artísticas de este Códice. Al principio de cada salmo hay preciosas viñetas, de distintas formas, con dorados y colores finísimos; siendo de notar que la multitud de figuras que allí se ven, todas son de capricho o fantásticas, constituyendo un verdadero repertorio. Además todas las letras mayúsculas, que son innumerables, y las iniciales de cada párrafo, están dibujadas con el mayor gusto, intercalándose unas con adornos de oro, y otras con dibujos de colores.
Pero se distinguen principalmente seis páginas, en distintas partes del libro, donde el escritor o dibujante parece que quiso hacer gala de su inspiración. Toda la página está orlada con figuras de varias clases perfectamente dibujadas. También hay otras figuras alegóricas, que expresan con suma propiedad la idea contenida en las primeras palabras del salmo que allí principia.
catálogo 6-10

domingo, 8 de marzo de 2020

51-55

51. SALTERIO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 322 páginas. Es del siglo XII. Además de su antigüedad este Códice es muy notable por las especialidades que en él se observan. La más principal es que su escrito tuvo dos objetos, o por mejor decir, este libro prestó dos servicios. El uno fue utilizarlo para el rezo o canto de los Salmos; y el otro para la instrucción relativa a lo que en los mismos se expresa. Sin duda que el mucho valor que tenía un libro en aquel tiempo, motivó la resolución de que prestase estos dos servicios. 
Por eso al escribir el texto de los Salmos de David en caracteres muy claros, se dejó un blanco de la mitad de la plana, a fin de poner allí las notas o glosas. Y se hizo esto con tanta profusión, que en algunos Salmos especialmente en los primeros, hay glosas hasta entre las líneas del texto. De modo que mientras este libro servía para el oficio divino en el coro de esta catedral, como se conoce por el estado de las hojas, era estudiado en las clases o conferencias que se daban en esta misma iglesia para instrucción del clero.
Otra cosa digna de notarse se observa en este Códice. Al fin de cada Salmo, y con la inscripción Collecta con que aún actualmente se designan las oraciones de la misa, hay una oración en igual forma que estas, que tiene por fundamento de la petición que se hace a Dios algún versículo o idea de las contenidas en el Salmo que precede. En los Salmos que hacen alusión a algún asunto histórico, se indica este al principio.
Después del Salterio están todos los Cánticos. Luego sigue una Tabla donde se expresan algunas fiestas movibles; y al fin de todo están las Letanías según el rito antiguo de esta catedral. En ellas se hace mención de San Rufo.
En este Códice hay algunas viñetas de muy buen gusto según el estilo de aquel siglo.

52. Santo Tomás de Aquino. Cuestiones de Veritate. Un volumen en folio en pergamino, de 390 páginas. Es del siglo XIV. Al principio hay un índice muy extenso, que comprende las 27 cuestiones que se tratan en este libro. Después siguen estas por su orden.
Este Códice además de estar foliado, en números romanos, tiene en todos los folios el número de la cuestión que allí se contiene. En el margen hay algunas notas de época más moderna. Las iniciales de todos los capítulos están adornadas con dibujos de colores.
Algún escritor supone que este Códice es del siglo XIII; pero téngase presente que su autor, Santo Tomás de Aquino, fue canonizado por el Sumo Pontífice Juan XXII el año 1323, o sea a principios del siglo XIV; y en este libro ya se le designa con el nombre de Santo. El epígrafe que hay al
principio dice así: «Cuestiones de Veritate de Santo Tomás de Aquino.» Y al fin una nota que dice: «Concluyen las Cuestiones de Veritate de Santo Tomás de Aquino, de la orden de Predicadores.

53. Varias Fórmulas Curiales. Un volumen en folio en pergamino, de 78 páginas. Es del siglo XV. Contiene este Códice un abundante repertorio de formularios para las Curias eclesiásticas, especialmente en lo que se refiere a los actos de jurisdicción voluntaria; como colaciones de beneficios, fórmulas de actas de profesión religiosa, absoluciones de censuras, y todo cuanto puede ocurrir en los diversos asuntos a que se extiende la administración eclesiástica. Aunque desde entonces han variado mucho estas fórmulas, no deja de ser interesante conocer las prácticas que regían sobre este punto en el siglo XV.
Le faltan algunas hojas al principio y al fin. Antes de cada formulario hay un epígrafe en letra encarnada indicando el asunto. Las letras iniciales de cada formulario están con dibujos de colores.

54. Leccionario o Epistolario. Un volumen en folio en pergamino, de 472 páginas. Es del siglo XV.
El servicio del altar y coro de esta catedral, que desde los tiempos más remotos ha estado siempre a grande altura, requiría un buen número de libros litúrgicos; y de ahí que aún existan tantos de antiguos.
El que nos ocupa aunque se conoce que prestó mucho servicio, todavía se halla en buen uso. Las primeras y últimas hojas están escritas de diferente mano, como lo demuestra la forma de la letra y los dibujos de las iniciales de las lecciones que también son de diverso estilo.
Este Códice ya fue foliado cuando se escribió. En el folio 175 donde comienzan las Epístolas de las Misas de los Santos, hay una inicial sumamente adornada.

55. San Agustín. De la Trinidad y de la Verdadera Religión.
Un volumen en 4.° mayor prolongado, en pergamino, de 404 páginas. Es del siglo XV. Al principio tiene tres hojas escritas en época más moderna y de distinta letra que lo demás del Códice. Contiene un resumen de cada uno de los quince libros en que se halla dividido el tratado de la Trinidad de San Agustín. Al comenzar este resumen hay una nota que traducida dice: «Se principió (por San Agustín) el año 400. Se concluyó cerca del año 416.» Después está el resumen del Tratado de la verdadera Religión, que comienza en el folio 173; antes hay una nota que dice que fue escrito cerca del año 390.
En la primera página se halla la carta de San Agustín a Aurelio Obispo de Cartago, que sirve de prólogo. A continuación del Tratado de la verdadera Religión, y como final del libro, está copiado el capítulo XIII del libro I de las Retractaciones. Antes hay una nota que traducida dice: «fue escrito en Pisa el año 1431 por mi Juan Gregorio». Después debió comprarlo el Cabildo, pues en una nota escrita al pie de la página l.a, se dice, que pertenece a los libros de esta catedral.

56-60.

21-25


21. SALTERIO. Un volumen en folio en pergamino, de 414 páginas. Es del siglo XV. Al principio hay un Calendario, en el cual después de expresarse los días que tiene cada mes, y los días de la luna, también se expresan las horas que en aquel mes tiene el día y la noche.
Algún escritor ha supuesto que este Códice es del siglo XIV; pero no es así, porque en el Calendario se halla la fiesta de San Vicente Ferrer, y este Santo no fue canonizado hasta el siglo XV.
En el Códice que nos ocupa también está el oficio de difuntos. Merece mencionarse una nota que hay al final, que era peculiar del aniversario que se celebraba por cada Canónigo, a los treinta días de haber ocurrido su fallecimiento.
Son dignos así mismo de notarse los dos Himnos que hay en las últimas páginas, y se rezaban entonces en el oficio de San José, los cuales son totalmente distintos de los que se usan en el actual rezo.
Los tipos tan grandes de este Breviario, y el mucho uso que al parecer se hizo del mismo, manifiestan que sirvió largo tiempo en el coro para los señores Capitulares, cuando los Maitines eran a media noche.

22. LECCIONARIO. Un volumen en folio en pergamino, de 260 páginas. Es del siglo XIV. Al principio le falta una hoja, que se ha suplido con unas líneas de letra más moderna que se ven al comenzar la primera página.
En este Códice así como en otros de esta iglesia que tratan de liturgia, se observan algunas diferencias entre los ritos de aquella época y los de la actual; así es que las lecciones del rezo canónico de algunos Santos son diversas de las que ahora se usan.
Consiste esto en que según la disciplina de aquel tiempo, cada iglesia, o cada diócesis, tenía sus ritos propios; lo cual fue derogado por Bula del Sumo Pontífice San Pío V, en la que se dispuso que todos los rezos de los Breviarios y Misales se conformasen con el rito Romano.

23. EL EVANGELIO DE SAN LÚCAS Y EL DE SAN JUAN. Un volumen en folio en pergamino, de 318 páginas. Es del siglo XIV. Al principio de cada uno de estos dos Evangelios hay un prólogo y una viñeta alusiva de muy buen gusto. Además de los Comentarios de Rábano Mauro, que están en el margen, hay entre las líneas del texto curiosas notas o glosas, escritas por el mismo que escribió el Códice. Posteriormente se pusieron más notas de otra mano.
Este Códice también es de los notables del archivo, por el buen gusto del escrito, y por las diversas combinaciones que se observan entre la letra del texto y la de los comentarios. Todo está con una perfección admirable. Llaman la atención los grandes márgenes de las páginas, tan extensos, que ocupan mucho más que el escrito; lo cual prueba el lujo con que hacían estos trabajos, y la importancia que se les daba hasta en la parte material.
Nótase así mismo que este Códice contiene tan sólo dos Evangelios; y es porque atendido el gran precio que tenían entonces los libros, a veces se subdividían los de la Sagrada Escritura, y otros, para facilitar más su estudio.

24. ARISTÓTELES. Un volumen en folio en pergamino, de 570 páginas. Es de últimos del siglo XIII o de principios del XIV. Contiene ocho libros de la obra que se titula Physicorum. Tratra del cielo y del mundo, de la generación y de la corrupción. Hay cuatro libros de los metèoros. Tres del alma, del sentido, de la memoria, del sueño y de la vigilia, de la longevidad y de la brevedad de la vida, de la juventud y de la vejez.
Son muy abundantes las notas de este Códice, puestas en el margen con diversas letras, que por la forma con que están, indican ser de épocas posteriores al tiempo en que se escribió el libro.

25. COMENTARIOS SOBRE LOS PREDICABLES DE PORFIRIO. PREDICAMENTOS Y PERIHERMENIAS DE ARISTÓTELES. Un volumen en 4.° mayor prolongado, de 312 páginas. Es del siglo XIV. Está escrito su mayor parte en papel cartulina, pues sólo cada unas doce hojas hay dos folios en pergamino; no pudiéndose comprender el motivo de tal distribución, que también se nota en algunos otros Códices.
Al principio del que nos ocupa hay un prólogo, de letra sumamente pequeña, cuyas primeras líneas traducidas del latín dicen así: «Al nobilísimo Sr. D. Juan, nacido de Real linaje, hijo del Ilustre Rey de Aragón, su humilde subdito, Benedicto de Undis. Maestro en artes, que las enseña en Tolosa, etc.» Después, al comenzar los comentarios de otra de las partes de este libro, pone otra dedicatoria a dicho don Juan, hijo del Rey de Aragón.


36-40

36. CÓDIGO DE JUSTINIANO. Un volumen en folio en pergamino, de 418 páginas. Es de principios del siglo XIII. Contiene los IX primeros libros de dicho Código. Le faltan algunas hojas del principio; el final está completo. Al examinar este Códice se comprende el mucho uso que se hizo de él en su tiempo para el estudio y para la enseñanza, pues obsérvase que todas las hojas están muy manoseadas. 
Pero lo que principalmente llama la atención, es el extraordinario número de glosas o comentarios que se ven en el margen; que la mayor parte parecen del mismo tiempo en que se escribió el texto. También hay notas de diferentes épocas, escritas con caracteres sumamente pequeños, muchas de las cuales están entre las líneas.
Además, todas las leyes de este Código, que son innumerables, tienen algún adorno o dibujo de colores; y al principio de los libros en que está dividido, hay en letras de colores alguna alusión al emperador Justiniano; diciendo por ejemplo: Imperator Máximus, ú otro nombre equivalente.

37. JUAN GUALENSE, de la orden de Frailes menores. Un volumen en 4.° prolongado, en pergamino, de 258 páginas. Consta de dos partes. La primera, que comprende hasta la página 180, contiene la Suma o resumen de las Colecciones de los Frailes menores. Se halla dividida en distinciones, y estas subdivididas en partes. Después de los dos primeros folios, donde está el plan o distribución general de la obra, hay un prólogo. En el inventario de los Sres. Denifle y Chatelain consta que esta obra también se halla en el Catálogo de la biblioteca de Santa Genoveva, tomo I, p. 155, manuscrito 251, y en varias otras bibliotecas. Hace mención de la la misma el Bibliógrafo Sbaralea, en su Suplemento, página 429.
La segunda parte trata de la «Vida y costumbres de los filósofos» Este Códice está escrito en letras muy correctas, y también se hallan adornadas con dibujos de colores las iniciales de cada capítulo o párrafo.

38. CONCORDANCIAS DE LA BIBLIA.
Un volumen en folio grande, en pergamino, de 688 páginas. Es del siglo XIII.
Contiene tan sólo las concordancias que se comprenden desde la letra H hasta la O inclusive. Al fin del Códice hay una nota que traducida dice: «Concluye la letra O.» Es de creer que la obra estaba dividida en otros dos tomos, que debían comprender las letras anteriores y posteriores a las de este
Códice.

39. BERNARDO DE PARENTINIS. TRATADO ÚTIL SOBRE EL OFICIO DE LA MISA.
Un tomo en 4.° menor, en pergamino, de 220 páginas. Es del siglo XIV. Le precede un prólogo. Antes de este tratado hay otro más breve escrito en ocho folios de papel cartulina, que contiene como en resumen todo lo que debe observarse en la celebración de la Misa. Esta especie de cuaderno que se añadió al Códice, se conoce que fue escrito para instrucción del clero de esta diócesis, pues en la línea 13 de la página tercera se leen las palabras in Episcopatu dertusensi.

Lo demás que constituye el asunto principal del libro está dividido en capítulos. Al final hay un largo índice. En la última página se ve una nota de letra encarnada y muy antigua, que traducida dice: «Este libro es de Fray (sigue un nombre raspado que no es posible leer) de la orden de Predicadores.»
En este Códice están adornadas con dibujos de colores todas las iniciales de los capítulos y párrafos. Hay otro ejemplar en la Biblioteca de Chartres, manuscrito 423.

40. COLECCIÓN DE CÁNONES DEL PAPA ALEJANDRO III. Un volumen en 4.° en pergamino, de 180 páginas. Es de últimos del siglo XII o de principios del XIII. En la portada le faltan algunas hojas; el final está completo.
Respecto al motivo de haberse coleccionado separadamente los cánones o decretos del Papa Alejandro III, que ya se hallan en las Decretales de Gregorio IX, tal vez fue para dividir las materias en aquel tiempo en que el precio de los libros era tan crecido,
Se observa en este Códice y en casi todos los más antiguos, que en el margen de las hojas hay muchos puntos agujereados. Según parece, servían de guía para escribir las líneas, hasta que más adelante se introdujo el uso del lápiz.
Al fin del libro hay unos curiosos versos en latín, escritos de otra mano y probablemente en diferente época. Cada verso se refiere sucesivamente a la Gramática, Dialéctica, Retórica, Aritmética, Geometría, Música y Astronomía. Luego siguen otros versos en la misma forma, alusivos a Prisciliano, Tulio, Pitágoras, Ptolomeo y algunos otros filósofos.


41-45


41. MISAL CON VARIAS BENDICIONES. Un volumen en 4.° en pergamino, de 260 páginas. Es de principios del siglo XII. En la primera hoja hay dos curiosas notas escritas en letra muy pequeña y muy antigua. La una dice, con abreviaturas: Iste liber est Beatae Mariae Dertusensis. Y la otra que está en antiguo catalán, dice: Fó estimat XXXIII sous, refiriéndose al precio del libro. Después en la hoja siguiente hay una nota también muy antigua, que dice: Istud Missale est Beatae Mariae Dertusensis. Lo cual indica que con dichas palabras se designaba antiguamente la catedral de Tortosa, por estar dedicada a Santa María.
Contiene este Misal muchas oraciones y ritos que actualmente no están en uso, pero que son de un gran valor histórico. Al principio del mismo está la antigua fórmula de bendecir la ceniza, y de imponerla sobre los pecadores públicos, a fin de prepararles para hacer la penitencia que determinaban los antiguos cánones, y después ser reconciliados con las formalidades que se hallan en otro Códice, según veremos.
En el folio 45 comienzan los Prefacios de la Misa; allí hay una hermosa viñeta. En el folio 50 principia el Cánon; y en la página anterior hay unas preces en versos latinos, que son de mucho ingenio. Los señores Denifle y Chatelain dicen, que parte de estos versos fueron publicados entre las obras de Hildeberto, obispo Cenomanense, aunque se duda si pertenecen a este escritor.
También es de notar una figura del Salvador muy parecida a la del Códice n.° 11, aunque el dibujo es más vulgar así como los colores.
Siguen las palabras Te igitur adornadas con una grande viñeta de buen gusto. Las oraciones de las Misas de los Santos comienzan en el folio 64, viéndose allí una preciosa letra inicial estilo del siglo XII.
En la penúltima hoja hay algunas preces a la Santísima Virgen puestas en notas de música. También son muy curiosas las notas que se ven entre los Prefacios y el Cánon.

42. PEDRO RIGA. Un volumen en 4.° prolongado, en pergamino, de 170 páginas. Es de principios del siglo XIII, Este escritor floreció en el siglo XII. Según algunos autores era inglés, y según otros francés. Escribió por los años de 1160. En el libro que nos ocupa parafraseó en versos latinos
la mayor parte de los libros del antiguo y nuevo Testamento. Dióle el título de Aurora o Biblioteca. Todos los autores reconocen, dice un escritor contemporáneo, que el poema de Riga manifiesta un gran talento de versificación en aquella época.

En este Códice que se halla muy bien conservado, los versos están escritos a dos columnas en caracteres muy pequeños y claros, abundando mucho las letras de adorno con dibujos de colores al principio de cada composición poética.

43. JUAN DE NÁPOLES. Dos codlibetos. DURANDO, cuatro codlibetos. HERVEO NATAL, tratado de la potestad del Papa. Un volumen en folio grande, en pergamino, de 211 páginas. Este Códice contiene trabajos de dichos tres autores. Los del primero comprenden hasta el folio 51, los del segundo hasta el folio 90, y los del tercero hasta el fin.
Después de los cuatro codlibetos del segundo autor, hay un índice de los trabajos de éste, y de los dos codlibetos de Juan de Nápoles. Dicho índice comienza de este modo, traducido del latín: «Principia la Tabla de las cuestiones del primer codlibeto del Maestro Juan de Nápoles» En la página 23 se lee en el margen: «Segundo codlibeto».
En la página siguiente se inserta el índice de los codlibetos de Donato. En el otro folio hay una nota que traducida dice: «Principia el tratado del Maestro Herveo sobre la potestad del Papa. Y al fin de todo otra que dice: «Concluye el tratado de Fray Herveo Natal, Maestro en Teología, de la orden de Predicadores, sobre la jurisdicción de la potestad eclesiástica».

44. DIETARIO O CONSUETA para todas las fiestas y oficios del año de la catedral de Tortosa. Un volumen en folio en pergamino, de 358 páginas. Es del siglo XV. En este Consueta ya está separado todo lo referente a los rezos u oficios de las dominicas y ferias, y del Santoral, según el orden que se usa en la actualidad. La primera página tiene una grande orla, pero los colores han perdido mucho. Hay otra en el principio del Santoral, que se conserva en buen estado; su letra inicial ostenta una bonita imagen de San Esteban.
En los rezos se hace mención el día 2 de Agosto del oficio del Santo Ángel, con el rezo propio que tenía antes; de la Pasión de la Imagen del Salvador, de que hemos tratado en el Códice n.° 32; y de San Rufo, que en aquel tiempo se celebraba con octava. No es de estrañar que no se halle la fiesta de Nuestra Señora de la Cinta, porque este Códice, según ya hemos dicho, es del siglo XV, y la fiesta de la Santa Cinta se instituyó por el Obispo y Cabildo a principios del siglo XVI.
La lectura de este Códice o Consueta ofrece un grande interés, y puede servir mucho para estudiar todo el régimen de esta Catedral en aquel tiempo, deduciéndose varias noticias históricas, supuesto que en cada festividad se indican detalles muy curiosos sobre lo que debía prepararse, y a veces hasta se expresa el sitio de la catedral donde se practicaban algunos actos del culto.
La encuadernación de este libro aún es de las antiguas, y se dejó porque está en buen uso. Llama la atención un eslabón que hay en una de las cubiertas, el cual se sujetaba a la cadena de una mesa, a fin de que nadie pudiese sacar de allí el libro.

45. GUIDO DE BASYO. Preparación para el estudio de los seis libros de las Decretales de Bonifacio VIII. Un volumen en folio grande, en pergamino, de 320 páginas. Le faltan algunas hojas al final. Es del siglo XIV. Su autor Guido de Basyo era Arcediano de Bolonia, Capellán del Papa y Auditor del mismo en los asuntos o escritos contradictorios; litterarum contradictarum Auditore. Así se titula en el epígrafe puesto al principio del libro. Luego sigue un prólogo o dedicatoria del autor a sus discretos amigos y profesores, donde expone el plan de su obra. Adopta el mismo orden del Sexto de las Decretales, del cual es autor Bonifacio VIII, En el margen hay algunas notas del tiempo en que se escribió el Códice y de igual letra; además se ven otras notas de época posterior.
Según hemos dicho, le faltan algunas hojas; mas por el título con que concluye se puede deducir lo que hay de menos. El último título es el que trata de los privilegios; de privilegiis. Después de este, que es el de número séptimo del libro quinto de la Colección de Bonifacio VIII, aún hay cinco títulos hasta el doce que trata de verborum significatione. Esto sin contar las Reglas del derecho que siguen, y que también forman parte de la colección de dicho Papa.


72-82

72. TRATADO DE LAS ELECCIONES CANÓNICAS. 
Un volumen en 4.° prolongado, en pergamino, de 93 páginas. Es del siglo XIV. Toda la materia referente a los tres modos de hacer las elecciones según el derecho canónico, hállase expuesta en este libro con mucha claridad. Aunque no hay capítulos que dividan los asuntos, todas las cuestiones están señaladas con epígrafes de letra encarnada.
Este Códice está escrito con gran perfección y se halla bien conservado. Como los de su clase, abunda en letras con dibujos de colores. Al lado del texto hay comentarios del mismo autor. En el principio del libro se lee un epígrafe, que traducido del latín dice: «Comienza aquí el libro compuesto por el Maestro Guillermo de Mondagoto, Arcediano Nemausense, sobre el modo de hacer las elecciones y ordenar los procesos relativos a las mismas».


73. FLOS SANCTORUM O VIDAS DE SANTOS.
Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 673 páginas Es del siglo XIV. Al principio le faltan algunas hojas; el final está completo. Tiene de especial este libro, que antes de la vida de cada Santo se explica la etimología del nombre y su significado, con datos sumamente curiosos que suponen en el autor mucha erudición. No consta quien sea éste. Es muy probable que fue algún religioso agustino, porque la única viñeta que hay está en la vida de San Agustín, obispo y doctor, viéndose allí una imagen del Santo.
Además de las vidas de los santos, hay pláticas sobre varios asuntos, como la Cuaresma, Dominicas que la preceden. Resurrección, y otros misterios y fiestas de la Santísima Virgen.

74. PRISCIANO EL MAYOR. TRATADO DE GRAMÁTICA.
Un volumen en 4.° mayor prolongado, en pergamino, de 258 páginas. Es del siglo XI. Dicho autor fue un célebre gramático latino que nació en Cesarea a fines del siglo IV. El año 525 abrió una escuela que tuvo gran fama por el número de gramáticos distinguidos que de allí salieron. Compuso varias obras; pero la más notable es esta.
/ Nota: Si nació a finales del siglo IV, pongamos 399, y en el año 525 abrió él mismo una escuela, vivió más de 125 años. Priscianus Caesariensis (fl. 500), más conocido como Prisciano, fue un importante gramático del latín, nacido en Caesarea, Mauritania, (en la actualidad la ciudad de Cherchell en Argelia). Según Casiodoro enseñó latín en Constantinopla. https://es.wikipedia.org/wiki/Prisciano
Su obra más importante es una gramática del latín que recibe el nombre de Institutiones Grammaticae. /
Se divide en 18 libros, y no en 14 como dice algún escritor. Al principio, después de un prólogo, pone el autor un índice o resumen de los 18 libros. Antes hay dos hojas que no pertenecen a este Códice; en la primera se ve parte de un índice sumamente curioso por la forma con que está, el cual debía pertenecer a alguna obra de derecho del siglo XI, o quizás de antes.
Este Códice es el que se conserva en mejor estado entre todos los de aquel siglo, a pesar del servicio que se conoce prestó en su tiempo. La letra es muy legible. Hay muchas notas en el margen, todas con caracteres pequeñísimos hechos con gran perfección. Pero lo que llama la atención principalmente es el extraordinario número de notas puestas entre las líneas del texto, tan diminutas, que admira cómo pudieron escribirse allí.
Los títulos en que se dividen los libros, o sea los epígrafes de cada asunto, están señalados con letras encarnadas. Las iniciales de los apartados son de colores; pero sin dibujos, según el estilo de aquel tiempo. También hay una viñeta al principio, de muy buen gusto, y algunas otras en lo demás del libro.
Al fin de todo se ve una nota, en caracteres encarnados muy grandes, que traducida dice: «Concluye el libro de Prisciliano, Gramático, Doctor de la ciudad de Roma.»

75. TOMÁS DE HIBERNIA. MANOJO DE FLORES. Un volumen en 4.° mayor prolongado, en pergamino, de 254 páginas. Es del siglo XIV. Contiene un repertorio por orden alfabético de varios nombres o asuntos pertenecientes a la Teología dogmática y moral, Sagrada Escritura, Filosofía, etc. De ahí el título de Manojo de flores, que se le aplica con muchas propiedad.
Está en forma de diccionario. Pero además el autor tuvo el buen gusto de señalar en el margen, por medio de alfabetos de letras minúsculas, los párrafos en que se divide el asunto que allí se trata.
Cada nombre del diccionario tiene la inicial adornada con dibujos de colores. También son de colores las iniciales de todos los párrafos. Al principio le faltan algunas hojas; el final está completo. Hay un índice que contiene todos los nombres de los asuntos que se explican en este diccionario. Después siguen cuatro folios que son como una ampliación.
Antes del índice hay una nota que traducida dice así: «Esta obra fue compilada por el Maestro Tomás de Hibernia, en algún tiempo Sócio de Sorbona».

76. SANTO TOMÁS DE AQUINO. SOBRE EL LIBRO II DEL MAESTRO DE LAS SENTENCIAS. Un volumen en 4.° mayor prolongado, en pergamino, de 146 páginas. Es de últimos del siglo XIII o de principios del XIV. En la parte superior de cada página están señaladas por su orden las 44 distinciones en que se divide esta obra. Al final hay un índice hecho posteriormente, que sólo llega hasta la Distinción 35.
Antes del índice se leen unas notas de diversa letra, que traducidas dicen: «Concluye el escrito de Fray Tomás, sobre el segundo de las Sentencias.» Prueba esto que cuando se escribió el Códice aún no había sido canonizado Santo Tomás. Después hay otra nota que dice. «Este libro es de (sigue un nombre que está raspado). Cualquiera que lo vendiere sea anathema. Luego hay otra que dice así: «Este libro es de Fray (sigue un nombre raspado) de la orden de Frailes predicadores del convento de (hay otro nombre raspado) de la provincia de Aragón».
Al fin de todo en la última página todavía hay otras notas que dicen: «Yo Antonio Aymerich, Bachiller en artes, el viernes día 29 de Abril compré este libro al Reverendo confesor del Rey de Navarra, en la ciudad de Valencia, el año 1435 del Nacimiento del Señor.» Y más abajo se lee: «Este libro es de Pascual March, quien lo compró por 44 sueldos

77. LETANÍAS Y ORACIONES. Un volumen en 4, en pergamino, de 44 páginas. Es del siglo XIV. Se comprende que este Códice se usaba en todas las rogativas que se hacían en esta catedral. Después de las Letanías de los Santos, siguen las preces y oraciones pertenecientes a cada rogativa. Entre otras de las que ofrecen interés histórico, está la tradicional plegaria que se canta en esta catedral en las rogativas pro pluvia, que dice así: «Dómine rex, Deus Abraham, dona nobis pluviam super faciem terrae, ut discat pópulus tuus quia tu es Dóminus Deus noster.»

También hay una oración propia de la Santa Cinta, diferente de la que se halla en el Breviario de esta catedral. En dicha oración se expresa la aparición de la Santísima Virgen en esta iglesia y la entrega de su Sagrado Cíngulo. Como es un documento de grande valor histórico, pues confirma aquella veneranda tradición, creemos conveniente insertarlo tal como está: Dice así:
«Omnipotens sempiterne Deus, qui gloriosae Virginis Matris Mariae corpus et animam, ut dignum Filii tui habitaculum effici maereretur, Spiritu Sancto cooperante praeparasti; da, ut cujus Visitatione et Cinguli traditione hanc Ecclesiam decorasti, ejus pia intercessione ab instantibus malis et á morte perpètua liberemur. Per Dominum...»

/ Nota: á y perpètua aparecen con tilde en el pdf que tengo, otros textos en latín también están con tilde en este libro.
La ae del latín, æ, la escribo en este libro ae -
https://www.delcastellano.com/errores-pronunciacion-latin/
ae (y oe)
Por increíble que pueda parecer, el diptongo ae se pronuncia [ae̯]. Por tanto, hay que evitar la pronunciación arromanzada como una simple *[e]: quae se lee [kʷae̯]
, no *[ˈkwe]. Tortosa : Tortose, Lleida : Lleide, Maella : Maelle, Favara : Favare, etc.
La bibliografía anglosajona tiende a considerar que ae se pronunciaba [ai], aunque esta pronunciación es de época arcaica (siglo iii a. C. y anteriores). Lo mismo se aplica al diptongo oe, menos frecuente, que se pronuncia [oe̯]: amoenus se pronuncia [aˈmoe̯.nus]
, no *[aˈmenus] /

78. PEDRO DE TARANTASIA. COMENTARIOS SOBRE EL LIBRO II DEL MAESTRO DE LAS SENTENCIAS. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 242 páginas. Es del siglo XIII.
El autor es conocido con este nombre por ser natural de Tarantasia, provincia y condado de los antiguos estados sardos. Las 44 Distinciones del libro II del Maestro de las Sentencias están completas en este Códice, y se señalan con números en la parte superior de cada página, y además en el margen. Hay algunas notas de época posterior. Las iniciales de los párrafos están adornadas con dibujos de colores.
Al principio hay un índice. También se ve allí una hoja de distinta época y diferente letra, que no pertenece a este libro.

79. ALANO DE INSULIS. SOBRE LAS DIVERSAS SIGNIFICACIONES O USOS QUE TIENEN ALGUNOS NOMBRES EN LA SAGRADA ESCRITURA. Un volumen en 4° en pergamino, de 321 páginas. Es de principios del siglo XIII. Este curioso libro tiene alguna semejanza con las Concordancias de la Sagrada Escritura, aunque es más reducido y su objeto también es distinto.
Le precede un prólogo dirigido a Ermengaldo, Abad de San Gil. Después siguen los nombres por orden alfabético. Antes de cada letra hay un índice; luego siguen los nombres cuyo uso se trata de explicar, estando señalados con letras encarnadas en el texto los libros de la Sagrada Escritura a que se refiere el uso de cada nombre.
A pesar de su mucha antigüedad está muy bien conservado este Códice. Todas las iniciales de cada párrafo son de colores, y algunas están adornadas con hermosas viñetas. Al final hay la acostumbrada nota que dice. «Este libro ha sido escrito; el que lo escribió sea bendito».

80. FRAGMENTOS DE LOS CLÁSICOS Y OTROS AUTORES ANTIGUOS. Un Volumen en 4.° de 328 páginas. Está escrito parte en cartulina, que pertenece al siglo XIII, y parte en pergamino, que es del siglo XII.
Contiene escritos de Horacio, Juvenal, Marcial, Salustio, Cicerón y Séneca. También los hay de Macrobio, (las Saturnales) y de Macer (del poder de las hierbas.)
Además un tratado de Geometría con figuras geométricas, y otro del eclipse del sol.

81. CAPITULARIO PARA TODO EL AÑO. Un volumen en 4.° en pergamino, de 380 páginas. Es del siglo XIV. Al principio hay un Calendario muy deteriorado por el uso, en el cual falta una hoja que debía contener los meses de Noviembre y Diciembre.
Tiene de particular este Códice, que se halla en él la oración propia de la Santa Cinto, (Cinta, Cingulis, Cíngulo) de que ya hemos tratado en el Códice de n.° 14; pero en el que nos ocupa dicha oración está en el mismo Capitulario, y no en hoja añadida como en el otro Códice. También hay algunas otras oraciones de interés histórico. Todas las iniciales de los capítulos y de las oraciones se hallan adornadas profusamente con dibujos de colores.

82. MISAL. Un volumen en 4° en pergamino, de 460 páginas. Es del siglo XIII. Está escrito con muy buen gusto y con profusión de letras de adorno. Tiene además algunas viñetas muy distinguidas y de un estilo especial. Hay un Calendario muy completo; y lo mismo que en otro Códice reseñado, el día 4 de Febrero hay una nota que traducida dice: «Aquí comienzan a cantar las aves». Y el día 24 de Abril otra que dice: «Salida de Noé del arca.»
En este Calendario ya está la fiesta de la Concepción de la Virgen, el día 8 de Diciembre; la oración está añadida en el margen en su lugar respectivo, y es diferente de la que se usaba antes de la actual. También se halla el día 18 de Diciembre la fiesta de la Expectación del parto de Nuestra Señora, que se puso después porque la letra no es la misma que lo demás del Calendario.

83-93

31-35

31. CAPITULARIO PARA TODO EL AÑO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 138 páginas. Es del siglo XV. Está foliado con números romanos, del estilo propio del tiempo en que fue escrito este libro. Al principio tiene una nota que traducida del latín dice así: «Comienzan los Capítulos ordinarios, según el Breviario Romano.» Esto indica que dicho libro no fue escrito para esta iglesia, porque en aquella época esta catedral tenía su rito propio. Después en el folio 9 se halla otra vez la misma nota. Las iniciales de cada capítulo están adornadas con dibujos de colores. 

32. CAPITULARIO PARA TODO EL AÑO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 216 páginas. Es del siglo XV. Este Códice es muy parecido al anterior, aunque está mejor conservado. Fue escrito expresamente para esta catedral, como lo demuestra el epígrafe que traducido dice así: «Principian los Capítulos para todo el año, según el rito de la Santa Iglesia de Tortosa.» Antes de esto hay un Calendario muy completo, en el cual, lo mismo que en los de otros Códices de liturgia que hemos reseñado, además de expresarse los días del mes y de la luna, están las horas de día y de noche que tiene cada mes.
También son de notar en dicho Calendario algunos rezos que tenía entonces esta catedral. Entre estos se halla el día 9 de Noviembre, uno titulado: La pasión de la Imagen del Señor, o del Salvador, que es la misma imagen llamada del Santísimo Cristo del Salvador, de Bérito o de Beyrut, en Siria, que se venera en la parroquia del Salvador de Valencia desde el año 1250.
Este Capitulario también tiene adornadas con dibujos de colores las letras iniciales de cada capítulo. Al final están los principios de varias antífonas con notas musicales, que sin duda servirían para el Canónigo que estaba de semana en el coro.

33. GUILLERMO LAVINA. «Camino o Dietario de la salud, compuesto por Fray Guillermo Lavina, de la orden de frailes menores.» Tal es el título de este Códice, que forma un volumen en 4.° en cartulina, de 177 páginas. Es del siglo XIV. Se puede decir que está dividido en dos partes. Primeramente hay una serie de pláticas o meditaciones, y al principio un índice de todas. Se observa que después del índice hay cuatro folios truncados, que pertenecen a la segunda parte. Al fin de la primera parte, que concluye en el folio 76, hay una nota que traducida del latín dice: «Concluye el Camino o Dietario de la salud, compuesto por Fray Guillermo Lavina, Equitanie, de la orden de frailes menores.»
Sigue luego la segunda parte, que contiene los exordios para sermones de todas las dominicas del año, y para los santos apóstoles, mártires, confesores, etc. Después hay una Tabla o división de puntos para sermones de diversas materias morales.
Al principio de este Códice se ve una nota de diferente letra y de época más reciente, que dice:
« Via salutis á Fr. Lavina» y después otra que dice: «Sermones de Inocencio 3.°» Mas parece que hubo en esto alguna equivocación, o tal vez se formó un segundo tomo por separado, en el cual se escribieron los sermones de Inocencio III, pues no existen en este Códice. Además en la última página hay una nota que traducida dice lo siguiente: «Concluye este libro, que se denomina de la salud, y que también contiene temas sobre las dominicas»; y nada dice de los sermones.
Es de creer que el Códice que nos ocupa sea muy conocido en las bibliotecas antiguas; porque los Sres. Denifle y Chatelain dicen que se publicó el siglo XV entre las obras de San Buenaventura; y que se halla en la biblioteca de Mazarine, n.° 888; en la de Rouen, n.° 660; y en la de Bordeaux n.° 331. También hace mención del mismo el escritor francés Bartolomé Haureau, en la Historia literaria que publicó a mediados de este siglo.

34. MISAL. Un tomo en 4.° prolongado, en pergamino, de 396 páginas. Es de fin del siglo XII o de principios del XIII. Al comenzar hay cuatro folios truncados, que parece no corresponden a aquel sitio. En el folio 5.° se ve una nota que dice, que este libro es de la sede o catedral de Tortosa; y otra en que se lee esto: Fó estimat en LXX set sous. «Fué valorado en setenta y siete sueldos.» Sigue luego una larga oración de San Agustín y otra de San Ambrosio, para el principio de la misa, y la notable Epístola o Carta pastoral de San León Papa.
Después hay un antiquísimo Calendario, de tamaño más pequeño y de distinta letra que la del Misal. En este Calendario ya está la fiesta de San Rufo, y la de la Inmaculada Concepción; la primera el día 14 de Noviembre, como ahora, y la segunda también el 8 de Diciembre.
Son dignas de notarse en este Misal, así como en otros muy antiguos que hemos reseñado, varias oraciones, bendiciones y preces que ahora no se usan. Citaremos una que está añadida al final de la página 170, y se refiere al tiempo en que gran parte de España aún estaba en poder de los moros. Dice así, traducida del latín: «Omnipotente sempiterno Dios, en cuya mano están todas las potestades y todos los derechos de los reinos; dignaos auxiliar a los cristianos, para que las gentes paganas que confían en su ferocidad, sean destruidas con la fuerza de tu poder.»
En la página 166 hay un Prefacio con nota musical escrita según el uso de aquel tiempo.
A pesar de su grande antigüedad, este Códice se halla perfectamente conservado. Son de admirar en él las hermosas viñetas de colores muy finos, que están al principio de cada oración.

35. PEDRO LOMBARDO, O EL MAESTRO DE LAS SENTENCIAS. Un volumen en folio en pergamino, de 626 páginas. Es de principios del siglo XIII. Contiene los cuatro libros del Maestro de las Sentencias. Al principio de cada libro hay un índice. Este Códice está escrito en finísimo pergamino y con caractéres muy correctos. Además todas las páginas están orladas con dibujos de colores. También tienen adornos las iniciales de cada capítulo. Los cuatro libros se encabezan con hermosas viñetas; pero falta la del libro 1.° que fue rasgada. En el margen hay algunas notas, aunque muy breves.

36-40


56-60


56. Misal. Un volumen en 4.° mayor en pergamino, de 294 páginas. Es de últimos del siglo XII. Le precede un Calendario, en el cual es de notar que estando la fiesta de la Resurrección del Señor el día 28 de Marzo, y la de la Ascensión el 5 de Mayo, la fiesta de Pentecostés está en el 8 de Mayo. También se ve allí la fiesta de San Rufo Obispo, el día 14 de Noviembre; y la de la octava de este Santo el 21 de dicho mes; lo cual prueba la grande solemnidad con que esta fiesta se celebraba entonces en esta catedral. Se halla así mismo la fiesta de la Purísima Concepción, el día 8 de Diciembre.
Además hay notas muy curiosas. Entre ellas una el día 4 de Febrero, que traducida dice: «Hoy comienzan a cantar las aves». Y otra el día 24 de Abril que dice: «La salida de Noé del arca».
Este Misal está foliado, aunque esto se hizo en época muy posterior. Después del folio 65 hay dos figuras del Salvador y de Cristo, parecidas a las del Códice número 11; si bien los dibujos son muy inferiores y los colores sumamente extraños. Luego sigue el Prefacio de la Misa; la inicial ostenta una viñeta de bastante novedad. También hay otra al comenzar el Cánon; en esta los dibujos y los colores son de más gusto.
En el folio 64 se ven algunas notas de música referentes a la Misa de la «Concepción de Santa María.» Así se designa en este Misal dicha festividad. Las oraciones de esta Misa y de algunas otras son distintas de las que se usan actualmente, o sea desde que se mandó adoptar para todas las diócesis el Misal y Breviario Romanos.
Al principio de este Misal, y antes del Calendario, hay una nota de distinta letra que dice: Fó estimat LXXXII sous, aludiendo al precio en que fue valorado.

57. Guido de Baysio. Comentarios al Decreto de Graciano. Un volumen en folio grande en pergamino, de 772 páginas. Es del siglo XIV. El autor lo titula de este modo: Incipit Rosarium Domini Guidonis de Baysio, Archidiaconi Bononiensis, super Decreto. Desde luego se comprende que la palabra Rosarium la pone aquí el autor en sentido metafórico. / Rosarium - Glosarium - Ver 60: DECRETALES DE GREGORIO IX, CON GLOSAS O COMENTARIOS. /
Al lado de este epígrafe, o sea en la primera página, hay una hermosa viñeta que representa al autor, vestido de Arcediano, dando explicaciones en la cátedra a sus discípulos; teniendo sobre un atril el libro cuya doctrina expone; alegoría que está perfectamente significada. Después sigue el prólogo, dirigido al Reverendo en Cristo Padre, su Señor D. Gerardo, por la gracia de Dios Obispo Sabinense.
Este libro, como el Decreto de Graciano, está dividido en tres partes. En la primera se anotan en el margen las Distinciones. Las Causas que componen la segunda parte del Decreto de Graciano también están señaladas en todas las páginas. Y lo mismo la tercera parte de Consecratione.
Los principios de los párrafos y capítulos, que son muchos, están con iniciales de colores. En la segunda parte hay hermosas viñetas al principio de las Causas.

5S. GUILLERMO DURANTE. RACIONAL O EXPLICACIÓN DE LOS DIVINOS OFICIOS.
Un volumen en folio en pergamino, de 364 páginas. Es de últimos del siglo XIII, o de principios del XIV. Hállase dividido en ocho partes. Le precede un índice muy extenso en el que se indica el folio donde está cada asunto.
Contiene este Códice un tratado magistral de sagrada liturgia, hallándose divididas con mucha claridad todas las materias. Fue escrito con gran lujo; lo que prueba la suma importancia que desde los tiempos más remotos se ha dado en esta catedral a todo cuanto se refiere a la celebración de los divinos oficios. Tan buen gusto hubo en la confección de este libro, que no solamente están adornadas de un modo muy distinguido las iniciales de todos los capítulos, sino que además muchas columnas ostentan variadas orlas de colores. Al principio está la figura de un Prelado vestido de Pontifical, aludiendo sin duda a la materia de liturgia de que se trata en este Códice.

59. JUAN ANDRÉS. Comentarios a los libros de las Decretales. Un volumen en folio grande, en pergamino, de 570 páginas. Es del siglo XIV. Este Códice además de no tener foliación, carece de signos que indiquen los capítulos o títulos en que se hallan divididas las materias. De modo que su estudio debía ser sumamente laborioso, pues tampoco hay índice.
Al principio de la primera página se ve una hermosa viñeta, que representa a un sacerdote celebrando misa; siendo de notar la especial forma de la casulla que se parece a un manto. Hay en este Códice gran profusión de letras iniciales con dibujos, distinguiéndose los colores muy vivos, con planchas de oro que todavía conservan el mayor brillo.
Antes del último folio hay una hoja añadida o sobrepuesta de letra diferente. Y al fin de todo una nota que dice así: Explicit Novella Joh. Andreae super quinque libros Decretalium. Deo gratias. Amen.

60. DECRETALES DE GREGORIO IX, CON GLOSAS O COMENTARIOS.
Un volumen en folio grande, en pergamino, de 566 páginas. Es del siglo XIII. Al principio, como en todas las colecciones de Decretales de dicho Papa, está la Bula que dirigió a los Doctores y escolares de la Universidad de Bolonia. Antes de la palabra Gregorius con que se encabeza dicha Bula, se ve un gran blanco, destinado al parecer para formar allí una viñeta de adorno, lo cual no llegó a verificarse.
Este Códice también es de los más notables del archivo, no sólo por sus grandes dimensiones y por el trabajo que debió emplearse al escribirlo, sino por la multitud de notas de varias letras y de diferentes épocas; lo que manifiesta el grande uso que se hizo del mismo.
Aunque no está foliado ni hay índice, en cada hoja se señalan con bastante claridad los cinco libros en que hallan divididas las Decretales. Los títulos están señalados en el texto con letras encarnadas. Todas las Decretales de este voluminoso Códice tienen las iniciales adornadas con dibujos de colores. En el principio de cada libro también se ve un blanco para una viñeta, que no llegó a hacerse.
Después del último título del libro V siguen tres folios de la misma letra, en los cuales se ven dos grandes blancos, donde según parece debían ponerse, los árboles de los parentescos de consanguinidad y de afinidad a que se refiere el texto.

61-71