domingo, 8 de marzo de 2020

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26. PREPARACIÓN PARA EL ESTUDIO DE LOS LIBROS III, IV Y V DE LAS DECRETALES. Un volumen en cartulina, folio grande, de 662 páginas. Es del siglo XIV. Aunque no tiene foliación, como tampoco la tienen la mayor parte de los Códices antiguos, en este se hallan muy bien designados todos los tratados, porque en cada folio y en la parte superior, está en letra encarnada el título de las Decretales que allí se contiene. Además el primer nombre con que comienza cada Decretal está escrito con letras muy grandes adornadas de colores.
Al fin de la última página de este Códice hay cuatro notas, puestas separadamente y de un modo especial. Su contenido ofrece mucha curiosidad, porque en ellas se hace alusión al Cisma de Occidente, o al tiempo del llamado Papa Luna, en que fue escrito este Códice, y a otros hechos históricos. Para no quitar nada del interés de estas notas, las copiamos en latín como están; advirtiendo que hay algunas líneas raspadas posteriormente, porque tal vez contendrían alguna expresión no muy conforme sobre el asunto del Cisma, que tuvo divididas por muchos años a algunas naciones católicas. Dicen así las notas.
«Iste liber fuit incoeptus in Montepesulano (Mompeller, Montpellier) XX die mensis Decembris, anno Domini MCCCXCIX et expletus in eodem loco, die vero secunda mensis Aprilis, Domino Benedicto digna Dei providentia Papae XIII, licet in Francia (sic) et in Castella eum non obedientes (Después de esto hay dos líneas que están raspadas) Et dictus Rex Francie cum aderentibus... Collegio Cardinalium quod tunc erat instante... Et eodem anno fuit depositus á subditis suis Rex Angliae (Richardus II) et alius in Regem electus, et ille qui depositus fuit in carceribus mortuus, licet Gualli multum Anglicos impeterent, et hoc propter filiam Regis Francie, quam dictus Rex Angliae qui depositus fuit in... Dominum Benedictum in palatio (Siguen otras dos líneas raspadas) tum et captum contra et circumtenendo. Quod hoc est actum et scriptum die sabbati, tertia die Aprilis mensis supradicti, anno Domini MCCCC quo currebat annus centenarius de indulgentiis Roma, licet multi abstinent propter Cisma.»

27. EVNAGELIARIO, (Evangeliario) Un volumen en folio en pergamino, de 538 páginas. Es del siglo XIV. Contiene los Evangelios de todas las Misas del año. Está escrito en letras muy grandes, y las iniciales de todos los Evangelios hállanse adornadas con dibujos de colores. Obsèrvase que este
Códice está foliado; pero la foliación es de época más reciente, pues la letra es distinta de la del texto.
Después de insertarse todos los Evangelios, a continuación del folio 230 principia un Indice, que ocupa algunas páginas y parece truncado, porque se intercalan allí los Evangelios que no están en lo demás del libro.

28. LOS LIBROS DE EZEQUIEL Y DANIEL. Un volúmen en folio en pergamino, de 335 páginas. Es del siglo XIII. Este Códice es muy semejante a los del número 2, 12 y 23, que también contienen algunos libros de la Sagrada Escritura. Todas las letras del principio de los capítulos del texto, y de los comentarios, son de diversos colores y están adornadas con dibujos. También hay glosas o notas entre las líneas del texto. Además de los comentarios de los lados, hay otros en el margen de letra muy pequeña.
Al principio del libro de Daniel hay una preciosa viñeta. La que había al comenzar el libro de Ezequiel fue cortada. Esto manifiesta la facilidad con que en los tiempos pasados hubieran podido desaparecer estos Códices, toda vez que sin ningún temor o reparo se cortaban las viñetas, por alguien que tal vez no conocía el mérito del Códice.
Al fin de la penúltima página se lee una nota de distinta letra, que dice: Iste liber est Domini, Dei gratia, Archiepiscopi Auxitani. Después debió adquirirlo esta catedral; y por ello se observa que las dos últimas palabras están algo raspadas y apenas pueden leerse.

29. MISAL SEGÚN LA COSTUMBRE O RITO DE LA IGLESIA DE TORTOSA.
Un volumen en folio mayor, en pergamino, de 876 páginas, además de los 37 folios del principio que no tienen numeración. Es del siglo XV. Este grandioso Misal, aunque no es de los más antiguos de esta iglesia, como obra de arte y de suntuosidad es de lo más notable que se compuso en aquellos tiempos. Su estilo se diferencia del de los otros Misales y Códices; las letras también son mucho más grandes. Todo revela una obra monumental, así en la clase de pergamino que se empleó, como en la profusión de adornos, pues los hay en todas las iniciales de cada oración, y en las Epístolas, Evangelios etc.
Dicho Misal pesa nueve kilos, a pesar de que la encuadernación es sencilla, y que sólo están las Misas de las festividades, dominicas y ferias. No se sabe el motivo de no haber puesto también las Misas de los Santos; tal vez se tendría el proyecto de insertarlas en un segundo tomo del Misal, y no llegó a realizarse.
Al principio hay un grandioso Calendario que ocupa doce extensas páginas. Además de los días del mes, y de la luna, están las horas que tiene el día y la noche de cada mes. Como este Misal se escribió para uso de la iglesia de Tortosa, en las fiestas que en esta catedral se celebraban con cierta solemnidad, se expresa el número de cantores que debía haber en el coro. Después están las advertencias que se hallan en todos los Misales, respecto a lo que puede ocurrir en la celebración de la Misa; todo escrito en letra muy grande. Luego siguen los Prefacios y el Cánon de la Misa. El Cánon principia con una bellísima letra inicial, y todos los caracteres del mismo son mayores, como lo son también los de las oraciones de las Misas.
Concluido el Cánon, al principio del folio siguiente hay una inscripción con una preciosa inicial, la cual inscripción traducida del latín, dice: «Principia el Misal según la costumbre de la iglesia de Tortosa.» Desde allí en adelante todos los folios están numerados. Sin duda no se numeraron los anteriores, porque lo contenido en ellos no pertenece al rito especial de la iglesia de Tortosa.
Hállase este Misal en tan buen estado de conservación como si ahora se acabase de escribir. No hay señal alguna que indique haberse usado, ni siquiera una vez; por otra parte sería esto muy difícil atendido su grande volumen y peso. Discurriendo, pues, sobre el objeto que pudo proponerse el Cabildo de aquel tiempo al disponer la confección de este Misal tan suntuoso, es de creer que se inspiró en la idea de hacer una obra monumental, dando con ello un grande honor al acto más sublime de la religión cristiana, cual es el santo sacrificio de la Misa.
También podría ser que este Misal, lo mismo que otros libros o Códices del archivo, tuviesen por objeto servir de modelos autorizados, digámoslo así, para los escribientes que se dedicaban a estos trabajos; facilitando de este modo la propagación de los libros de liturgia. Así se explica el que en este archivo existan muchos Códices, en los que no se conoce que hayan prestado servicio alguno, hallándose con tal pulcritud, como si fuesen libros que se acabasen de imprimir en un establecimiento de los de mejores condiciones.

30. SAN GREGORIO MAGNO. Un volumen en folio mayor, en pergamino, de 392 páginas. Es de principios del siglo XII. Comprende los Morales, Moralia, de dicha obra de San Gregorio desde el libro XI al XXII inclusive, lo cual indica que los diez libros primeros debían formar otro volumen. Cada libro principia con una hermosa viñeta de colores muy vivos, y con dibujos según el estilo de aquel siglo. A pesar de su grande antigüedad este Códice se halla muy bien conservado.
Obsérvase que los folios están numerados; pero se ve que esto fue hecho en época más reciente. Después del libro XXII, en la página que sigue, hay un documento otorgado por el conde D. Ramón Berenguer en 29 de Mayo del año 1156. No se puede calcular el motivo de haber insertado allí dicho documento, que ya debe estar en otros libros o registros del archivo destinados para conservar las copias de estos escritos.


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