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domingo, 8 de marzo de 2020

APÉNDICES

APÉNDICES. 

Concluida la reseña de los Códices, parécenos oportuno insertar los Apéndices que están al fin del inventario de los Sres. Denifle y Chatelain, y que según verán nuestros lectores, contienen fragmentos muy interesantes copiados de dichos Códices.
Entre ellos ocupa un principal lugar por su extensión el que pertenece al Códice de número 6, que contiene como es de ver en el Catálogo, la exposición del Símbolo de los Apóstoles por el célebre dominico español Fray Raimundo Martín, que vivió a mediados del siglo XIII.
Atendiendo a que hasta el presente no hay noticia de que exista otro ejemplar en las bibliotecas de Europa, su contenido ofrece un doble interés. Por otra parte, los Sres. Denifle y Chatelain tuvieron buen cuidado en escoger los mejores fragmentos del citado Códice; y sobre todo, nada omitieron de cuanto se pueda referir a los sarracenos y judíos, y a los escritores árabes. Así lo expresan en el prólogo de dicho Apéndice, que es el de número I°.
Pero antes de los Apéndices copiaremos la siguiente introducción, que precede a su inventario latino.

ECCLESIA cathedralis urbis Dertusae (nunc Tortosa dicunt) in Catalonia, cujus historiam ac fata nuper enarravit D. Ramón O'Callaghan, canonicus archivistaque ejusdem, a restabilito saltem episcopatu an. 1151, multos pretiososque codices possedit. Quanquam autem, post varias vicissitudines, non tot hodie percurrere licet quot inventariis saeculo XV sequentibusque usque ad saec. XVIII confectis seu exaratis enumerantur, restat adhuc collectio nec infima nec spernenda. Quam cum alter nostrum bis visitavisset codicum statum lamentabilem, asseribus avulsis, deploraverat, nihilque magis cupiebat quam ut iterum Dertusam adeundi occasionem haberet, brevemque librorum superstantium descriptionem conficeret.
Itaque hujus anni mense Septembri, post exploratum tabularium Barcinonense, ambo Dertusam provolavimus. Tempus fortasse non optime elegeramus; namque improviso advecti, urbem vittis, vexillis, floribusque ornatam, musicis concursibus occupatam (ut fit quottanis ad celebrandum S. cincturae B. M. Virg. festum), denique festivitatibus magis quam labori paratam invenimus. Praeterea infelici casu tunc archivista aeger lectum retinebat. Nihilominus, intercedente fr. Angelo A. Ciarán, O. P., qui acriter in illis sollemnibus vastam praedicatione sua cathedralem movebat,
comiter a canonicis porta tabularii nobis aperta fuit, ibique commodissime codices inspiciendi, describendi, immo photografandi licentia concessa est. Praeter libros capitulares, duo armaria codicibus 147 referta invenimus; qui quidem jam uniformiter dorso e pelle ovina flavi coloris tabulisque linteolo spissius flavescente coopertis vestiti, temporum injurias vincent.
Tres dies ibi commorati, raptim singulos libros unus vel alter inspeximus. Numeri jam in singulis positi curam habuimus, etsi ordo melior non aegre dari potuisset. Exempli gratia, Biblia fere integra cum commentario Rabani nunc inter numeros 67, 61, 2, 28, 12 distrahitur. At non nostrum erat praefixam seriemt urbare (seriem turbare), et facile minimum id vitium indice nostro resarcietur. Deest praeterea quasi generatim in codicibus numeratio foliorum.
Non ingratum erit lectoribus in Appendice recipere quaedam hucusque incognita et quaedam specimina codicum antiquiorum.
Grates imo corde agimus canonicis Dertusensibus, qui nobiscum ut cum amicis, non ut cum externis et advenis agebant, nobisque thesaurum cathedralis, inter alia calicem mirifici operis, á Papa Luna, i. e. Benedicto XIII, donatam monstrarunt.
Denique veniam á collegis nostris doctisque oramus, si quid in hoc inventario, quod sine auxilio librorum impressorum conficiendum fuit, nos fugerit vel in errores nos traxerit. Neque silentio praetereundum, multes codices in principio mutilos esse, quod laborem nostrum detinuit. Caetera
non catalogum integrum condere, sed saltem praecipuorum tractatuum inventarium non inutile parare ambitio nostra fuit.

Dertusae, 4 sept. 1895.

HENRICUS DENIFLE, O. P.
AEMILIUS CHATELAIN.

appendix I

sábado, 7 de marzo de 2020

Catálogo 6-10


6. RAIMUNDO MARTÍN. EXPOSICIÓN DEL SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES.
Un tomo en 4.° de 138 páginas. Es de últimos del siglo XIII, o de principios del XIV. Está escrito parte en pergamino y parte en papel cartulina. En la primera página dice: Iste liber est sedis Dertusae «este libro es de la catedral de Tortosa»; pues antiguamente las palabras sede y catedral eran sinónimas.
Su autor Fray Raimundo Martín, fue un célebre dominico español que brilló a mediados del siglo XIII. Según se deduce de algunos párrafos, lo escribió por los años 1256 o 1257. Al hacer este trabajo, dice que se propuso instruir bien a los cristianos en los fundamentos de la religión católica, para poder rebatir los argumentos que solían proponerles los judíos y sarracenos, que entonces abundaban mucho en España. Pero atendido el gran fondo de doctrina que contiene este libro, y el estar en latín, parece indicar que se escribió principalmente para los párrocos y demás sacerdotes, a fin de que pudiesen instruir con facilidad al pueblo cristiano, y tuviesen al mismo tiempo razones y pruebas para convertir a los infieles.
Además tiene el singular mérito, de que como ya hemos dicho, el P. Denifle manifestó que no había visto ningún otro ejemplar en las muchas bibliotecas de Europa que ha examinado, y por ello ninguno de los bibliógrafos antiguos hace mención de este Códice. El expresado P. Denifle es el primero que ha dado noticia en una obra que publicó en alemán el año 1887.

7. BIBLIA SACRA. Un tomo en 4.° mayor prolongado, de 1.024 páginas. Es del siglo XIII. Está escrita en pergamino sumamente fino, de modo que por esto también es una especialidad, así como por la letra tan diminuta, hecha con una perfección admirable. En la parte superior de la primera plana hay una nota de época más moderna, que traducida del latín dice así: «Comienza la carta de San Jerónimo presbítero, sobre todos los libros de la historia divina « divinae historiae. Luego sigue el prólogo. Al fin del mismo hay otra nota en el margen que dice así: «Concluye la carta de San Jerónimo presbítero, sobre todos los libros de la historia divina» Después dice: «Comienza la carta de San Jerónimo presbítero, sobre el Pentatéuco de Moisés.» A continuación sigue otro prólogo, y después el libro del Génesis.

En la confección de este Códice, además del gran trabajo que hubo reduciendo a tan pequeño volumen todo el texto de la Sagrada Escritura, se manifestó un gusto muy delicado en el ornato. Todas las iniciales de los capítulos están adornadas con preciosos dibujos de colores. También merecen notarse las viñetas del principio de cada libro de la Escritura, en las cuales se indica con figuras alegóricas algún suceso del mismo.
En el margen se ven algunas notas más modernas. Al final hay unos versos latinos sobre el asunto principal de cada libro de la Sagrada Escritura. Después sigue un índice alfabético que comprende muchos folios.

8 y 9. MISAL SEGÚN EL RITO DE LA IGLESIA DE TORTOSA. Un tomo en folio de 474 páginas. fue impreso en Barcelona por Juan Rosembach el año 1524, habiéndose terminado la impresión el día 21 de Mayo de dicho año. Así consta en una nota impresa que hay al fin. La edición de este Misal se hizo en papel cartulina con algunas láminas y viñetas; pero todo en negro y de un estilo muy sencillo. En el archivo de esta catedral se conserva un ejemplar de la expresada edición sobre papel cartulina, que es el señalado con el número 8.
Mas el Cabildo de aquel tiempo utilizando la misma edición, dispuso que se imprimiese separadamente un ejemplar sobre pergamino, que también se conserva y en el inventario de estos Códices tiene el número 9.
El Cabildo lo hizo ilustrar con gran lujo, con viñetas doradas, y con tal profusión de dibujos y figuras de todas clases, que sería muy prolijo referir. El artista tuvo la feliz idea de no salir para ello del plan u orden del otro Misal; de modo que a la vista de éste, que está sin ilustrar y todo en negro, es como se puede comprender la riqueza y el mérito de los trabajos hechos en el Misal que nos ocupa.
Como el arte de la imprenta entonces todavía estaba formándose, digámoslo así, los tipos de letra de estos dos Misales aún son iguales al de los Códices manuscritos, y tienen las mismas abreviaturas, siendo muy probable que los tipos también fuesen de madera según se usaban en las primitivas impresiones.

10. MISAL. Un volumen en 4.° menor, en pergamino, de 448 páginas. Es del siglo XI. Este Códice es sin duda el más antiguo de todos los que existen en el archivo de esta catedral, pues fue escrito el año 1055. Así consta en el folio 18, vuelto, linea l.a
Lo que principalmente se observa en este curioso Misal, es que contenga tantas materias, que aunque a primera vista parecen distintas, no lo son si se atiende a que todas pertenecen a la sagrada liturgia. Para comprenderlo téngase presente la escasez de libros en aquellos tiempos, y los cuantiosos gastos que se ofrecían para poderlos adquirir; de ahí que un mismo libro o Misal servía para varios objetos, siendo como un repertorio litúrgico.
Al principio tiene un Calendario, con varias apuntaciones o notas históricas. Siguen luego muchas fórmulas de bendiciones, y unas Misas a canto llano. Después está el Cánon de la Misa; y a continuación varias oraciones y preces, según la liturgia de aquel tiempo, y una especie de catálogo de las penitencias que se imponían entonces por los pecados públicos. También está el oficio de difuntos, con los responsorios puestos en notas de música.